miércoles, 12 de septiembre de 2012

DIOS ES MUY BUENO, ESTUVE MUY ENFERMO, PERO ÉL ME SANÓ.



 


¡HARE UNA OBRA GRANDE CONTIGO!, ME DIJO EL SEÑOR TODOPODEROSO


-------------------------------------------------------------------------------------

Mi nombre es Arturo Mallma R. nací en Lima-Perú. En el mes de agosto de 1986 recibí al Señor Jesucristo como mi Salvador personal, en una situación angustiosa para mi alma y le dije al Señor que si me sanaba le serviría toda mi vida, que trabajaría para El solamente. Luego de 9 años de clamor en oraciones sin cesar por las madrugadas, ayunos interminables, vigilias sin cesar y una búsqueda profunda del rostro del Dios de amor, hallé misericordia ante su presencia y él me respondió de una manera maravillosa; levantándome para su gloria sanando mis heridas, solo El lo pudo hacer, a su nombre sea la gloria, porque El es misericordioso.
.................................................................................................................................................................


Luego que mi señora madre falleciera en el año de 1973, quedamos al lado de mi señor padre 5 hermanitos huérfanos, de los cuales 2 de ellos también partieron, los que quedamos la vimos "negras" para seguir adelante, toda vez que mi padre se abandonó al licor. Me hallaba cursando el cuarto año de secundaria, cuando descubrí que estaba enfermo de los pulmones, de allí en adelante el calvario de mi vida se agudizó.


El mal que padecía era una bronquiectasia pulmonar bilateral hemoptizante, crónica, es decir, viví casi toda una vida arrojando sangre por la boca y la nariz y a raiz de ello tuve un sinnumero de ingresos en los hospitales de Lima, por largos meses internado, lo que hacian los médicos era controlar la hemorragia nada más y darme de alta, porque lo que requeria era un trasplante de pulmones, según me daban entender los especialistas, era que este, era un mal congénito. Sufrí de alma a raiz de este mal, estaba sin Cristo, sin esperanza y sin forma de salir de esta situación azarosa, sin rumbo y sin futuro. De veras que no la pasé bien la preciada juventud. Alabado sea Dios, quien levanta a los caidos y se apiada de los que no valen nada.

En el año de 1,981, logré ingresar a la primera Universidad de mi pais, la Decana  Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a estudiar la carrera de Derecho y Ciencias Políticas,  porque el anhelo de mi alma sin Cristo, era  dedicarme a la política. Este fue el propósito por el cual estudié derecho, dicho sea de paso terminé y obtuve mi bachillerato luego de 12 años de estudios, superando una serie de problemas a raiz del mal que padecía.¡Alabado sea Dios!.
En un batallar constante contra la enfermedad que me afligía y puedo decir con claridad que Dios estaba empezando a tratar conmigo, de manera muy especial. Me predicaron el Evangelio en la Universidad; pero mi corazón estaba tan endurecido, que culpaba a Dios de todos mis males que me estaban sucediendo, llegué a aborrecer a Dios, a blasfemar su nombre y cuando me enteré de que mi hermano menor, Fernando había recibido al Señor Jesús como su Salvador personal me encolericé y redoblé mi ataque contra el Señor. Muchos hermanos en la fe oraron y ayunaron para que me convirtiera al Señor Jesús. Dios los bendiga grandemente, porque esas oraciones benditas fueron oidas en lo alto.

Como tuve innumerables ingresos a distintos hospitales, ya nadie se recordaba de mi; nadie me visitaba, ni mis familiares, que vida aquella solo y sin nadie; que tremenda es esa soledad la de vivir enfermo, solitario y sin Cristo.
Un atardecer una linda anciana hija de Dios, llegó a mi lecho de dolor, hallándome postrado en una cama del hospital en el pabellón de Cirugía de tórax, me presentó a Jesucristo y me dijo que el me podía sanar de este mal incurable. Acepté la propuesta tan dulce que esa mujer santa me hizo y recibí a Cristo como mi Señor y Salvador personal  de mi vida y me dijo como le debia pedir y se despidió y nunca más la ví. Empezó luego la larga batalla por mi sanidad física, clamaba a Dios con insistencia, pasaron muchos años de búsqueda espiritual, hasta que por fin Dios me respondió luego de años de largo sufrimiento.
Fue en el Hospital 2 de Mayo de Lima, en el año de 1986, cuando el Señor me bautizó con su Espíritu Santo, en el hablar en nuevas lenguas, fue algo maravilloso y mi búsqueda espiritual se intensificó, me operaron la parte superior de mi pulmón derecho y quedaba el izquierdo que también requería intervención quirúrgica, pero me dijeron que no me podían hacer, de modo que seguí sangrando y me puse muy mal. Por lo que me aferré con todas mis fuerzas en la Palabra de Dios que dice “que por sus llagas somos sanados”, y le decía al Señor que si me sanaba le serviría toda mi vida y muy delicado de salud, tuve que dejar la casa de mi padre y vivír alojado en la casa de los hermanos en la fe  y aprovechaba los momentos de convalescencia de este mal, para ir a la universidad a dar solo mis examenes  y tan bueno es nuestro Dios que me permitió terminar los cursos de carrera y obtener mi bachillerato en Derecho y Ciencias Políticas; era algo grandioso para alguien como yo desahuciado y destrozado físicamente, ¡Alabado sea el nombre del Señor!.

Busqué a Dios por muchos años en un cerro de Lima, que le llamaban el “Aposento Alto” en el Distrito de Comas –Año Nuevo, donde luego pasé a frecuentar en la Iglesia de unos hermanos que también buscaban al Señor, la enfermedad no me limitó acercarme a Dios, me nombraron secretario de la Iglesia, profesor de la Escuela Dominical, Director, me preparé en su Instituto; fui predicador del evangelio, ocupé también cargos en su Presbiterio, en su Directiva Nacional; pero debido a esta enfermedad que se agudizaba constantemente me dieron de licencia y se olvidaron de mí; estaba para entonces dirigiendo una de sus Iglesias locales. Pero lo hermoso de todo fue que en medio de todo ello Dios estaba obrando dentro de mi vida, era El quien iba ordenando las cosas a su manera. Dios me mostró mi futuro, me hizo entender que sería de mi, para que me llamó, porqué me bautizó con su Espíritu Santo de esa manera.

Dios comenzó ha manifestarse en mi vida  y El me dijo una mañana “A yugos iguales te uniré”; luego de años de clamor en medio de este mal terrible volvió a decirme” Ya está preparada, ten paciencia” y en cuanto a mi vida ministerial en sueños y visiones me hacía ver el futuro que me esperaba que el quería que yo fuera y le decía Señor si esa es tu voluntad por favor sáname; pero no era aún el tiempo y yo me desesperaba mucho lloraba, me afligía; una madrugada como era mi costumbre buscarle en esas horas en visión vi el cielo de Dios en un celeste  esplendoroso, la voz dulce y amorosa del Señor Jesucristo que me dijo: ” CUIDATE, GUARDATE, PRONTO HARE UNA OBRA GRANDE CONTIGO!” por tres veces consecutivas y me puse a llorar de alegría y de gozo el saber que el Dios a quien servimos no hace acepción de personas y que El puede levantar aun a las personas enfermas y desahuciadas como yo, le seguí buscando porque estaba pendiente mi sanidad y la amada que me había prometido, por cuanto el nunca miente y lo que promete cumple. ¡A SU NOMBRE SEA LA GLORIA!.

Luego que me dieron de licencia en aquella obra anterior y me dejaron abandonado en el Hospital "2 de Mayo" de Lima, Dios sin embargo no me había abandonado, los médicos me dijeron que me fuera a mi casa y la asistenta social me hizo el trabajo de hacerme cruzar el portón del hospital.
 ¡Aleluya!.  Me hospedé en la casa de mi hermano Fernando, como siempre pasé largos meses postrado en cama sin poder hacer nada excepto llorar y  clamar con insistencia al Señor de Señores y Rey de reyes y reclamarle sus promesas y decirle: "Señor como muchos se sanan y yo no, por favor le decia, si no me vas a sanar por favor mejor sería que me recojas" y lloraba mucho y oraba profundamente y en otras lenguas las que me dio mi Señor,  le suplicaba y le imploraba diciendole: "Señor por favor ya son 9 años desde que te conozco y vengo orando y ayunando para que me sanes y mírame hasta aquí sigo enfermo y sin futuro, por favor te ruego que me sanes o me recojas si sabes que te voy a fallar". Cada vez que salía de un hospital, pasaba largos meses postrado en cama porque la hemoptisis era tremenda y vivía una vida tensa y sufrida.
Una mañana aproximadamente en el mes de Abril de 1,995, luego de haber orado a Dios en mi desesperación, me quedé dormido en la pequeña cama en que estaba hospedado, en el Golfo de Ventanilla – Callao, cuando de pronto sentí un intenso fuego abrazador, al rojo vivo, que descendió desde mi cabeza sobre mi garganta que también tenía várices crónica en la base de la lengua y sobre mis pulmones afectados por la nefasta bronquiectasia crónica y por todo mi cuerpo. Dios, mi bendito Dios, a quien le clamé por largos 9 años de manera constante, había respondido mis  oraciones; grité con todas mis fuerzas a los de la casa diciéndoles que me estoy quemando algo ha descendido sobre mi y que no lo puedo soportar, era que Dios estaba cauterizando y sanando esta enfermedad terrible. ¿Alabado sea Dios!.Yo sabía que El tenía que hacerlo, no me acobardé en pedirle durante muchísimos años mi sanidad divina, de reclamarle sus promesas, hasta que por fin el Señor me lo dio, ¡A su nombre sea la gloria!. El sí sabe responder, por eso yo le amo mucho, con todo mi corazón, si no me hubiera sanado, que hubiera sido de mí, ya que los médicos me decían que tus pulmones están dilatados están totalmente dañados y no hay medicina para esto y que la única alternativa era operarte, en efecto así lo habían hecho con mi pulmón derecho. ¡A su nombre sea la gloria! y que se negaban hacerlo al pulmón izquierdo, porque me decían que no me lo hiciera, porque no podría resistir la operación y que si me ponía mal fuera al hospital y que no hiciera ningún esfuerzo físico y que me cuidara mucho: Mas Dios que es tan bueno lo hizo me sanó los pulmones, mandó fuego del cielo y gloria a Dios, aquí me encuentro para dar testimonio de su gran poder.

 Ahora me encuentro trabajando en la viña del Señor, mi Dios todopoderoso me levantó de mi estado de postración y manos a la obra, Dios me casó de una manera espectacular con una enfermera de profesión, la magíster Dolores Flores "a yugos iguales" como me lo prometió El Señor.

Un 27 de Junio de 1,997 caí postrado en cama con una enfermedad rara y una fiebre intensa por tres días y allí el Señor me habló que ya era el tiempo y que formara la obra, para el cual El me había sanado y casado y así en base al Escuadrón de Oración y el apoyo de algunos hermanos de Lima, mi hermano pastor Fernando Mallma y otros más,  se formó la obra de nombre IGLESIA DE LA MISION PENTECOSTES”CRISTO VIENE PRONTO” y con la ayuda del Señor se dio inicio en la Provincia de Jauja, del Departamento de Junín –Perú. y en plena expansión por el Perú. Soy muy feliz de tener como mi amigo al Espíritu Santo y estoy agradecido al Señor porque sanó mis dolencias y me unió en santo matrimonio con mi ayuda idónea, tal como me lo había prometido hace muchos años atrás en mis tiempos de prolongada aflicción.

Al presente estamos avocados en la obra del Señor, predicando su palabra y expandiendo el reino de nuestro amado Señor y anunciando el pronto retorno de Cristo.  Y doy gracias a Dios por mis hijos: Daniel, Josué y David; quienes se están preparando para la Obra a la cual nos llamó nuestro buen Dios.
¡Que lindo! Dios si sabe ser fiel a lo que promete, aquí les presento a mis tres tesoros, que me están apoyando en la obra del Señor, juntamente con mi amada esposa y compañera de milicia Dolores, que es una gran predicadora del evangelio y maestra en la Palabra.
Al presente, 2024, han corrido muchas aguas bajo el puente, quien escribe, es abogado de profesión y mi actual ocupación, es  pastor evangélico.


Finalmente, quiero manifestar que la gloria sea para Dios. Que puedo dar fe y decir con convicción de causa, firme y sinceramente a  todos aquellos que leen este mi testimonio, que Jesucristo no solamente salva, sino también sana al desahuciado, le da profesión, familia y lo levanta haciéndole útil para su obra.

Tal vez tu mi amigo estes pasando por dificultades muy serias en tu vida, no dudes en venir a Cristo como yo lo hice, te aseguro que El te recibirá con los brazos abiertos y jamás te rechazará. Por que El es amor.





Si te gustaría recibir a Cristo como tu Salvador, aquí hay una oración con la que puede recibir a Cristo:


“Señor Jesús, sé que he pecado, y me arrepiento de verdad. Gracias por amarme tanto y por morir en la cruz por mis pecados. Por favor entra a mi corazón y límpiame de mis pecados. Te recibo como mi Salvador ahora mismo”.





DIOS BENDIGA A TODOS LOS QUE LEEN ESTE TESTIMONIO, QUE ES PARA LA GLORIA DE DIOS.                                                                   AMEN.

 
 
DOY GRACIAS DIOS, POR HABERME LLAMADO A SU OBRA, Y HABERME AYUDADO OBTENER MI TITULO DE ABOGADO, AQUI EN MI LINDA PATRIA EL PERÚ, A SU NOMBRE SEA LA GLORIA.
ME PONGO A LAS ORDENES DEL SEÑOR JESUCRISTO, SON TIEMPOS NUEVOS PARA TODOS. EL SEÑOR YA VIENE.















EL SEÑOR ME DIJO QUE SON TIEMPOS DE AVIVAMIENTO PARA EL PERÚ. LE TOMO LA PALABRA.


LUEGO DE 24 AÑOS EN EL PASTORADO, VOY A INICIAR UNA LABOR MÁS A FONDO A TRAVÉS DEL MINISTERIO EVANGELISTICO MISIONERO "TIEMPOS DE AVIVAMIENTO" CON LA GRACIA DEL SEÑOR Y LA AYUDA DE MI AMADA FAMILIA MALLMA FLORES. EL SEÑOR ME DIJO QUE MI LLAMADO ERA PARA SER EVANGELISTA MISIONERO Y QUE MARAVILLAS Y SEÑALES ME SEGUIRIAN EN EL MINISTERIO. PUES BIEN, MANOS A LA OBRA.ME PONGO EN LAS MANOS DEL ALTÍSIMO. Y A TRABAJAR EN ESTA NUEVA AREA MINISTERIAL, SIN DESCUIDAR LO PRIMERO,LA IGLESIA.PIDO ORACIONES A MIS AMADOS HERMANOS EN LA FE.