viernes, 18 de marzo de 2011

BIOGRAFIA DE GRANDES EVANGELISTAS

BIOGRAFIAS DE GRANDES EVANGELISTAS




¡LLENOS DEL ESPIRITU!

 

Las palabras griegas para "SED LLENOS del Espíritu Santo" (Ef.5:18) deberían traducirse: "SED SIENDO LLENADOS del Espíritu Santo". En otras palabras, debemos buscar a Dios constantemente para que seamos más y más llenos de Su Santo Espíritu. Algunas personas creen que los cristianos recibimos una sola llenura del Espíritu de Dios durante toda nuestra vida. Estas personas quizás son sinceras, pero están SINCERAMENTE EQUIVOCADOS. Este artículo es acerca de hombres y mujeres de Dios que no estaban satisfechos con una señal inicial de la gracia o presencia de Dios en sus vidas. Ellos tenían hambre por más, y en su desesperación por una cercanía más y más profunda con Dios, ellos vencieron toda barrera y superaron todo obstáculo para experimentar una medida cada vez más grande de la santa presencia y gloria de Dios; y para ganar una unción de una clase que raras veces se ha visto desde los días de los apóstoles.

Su hambre fue por MÁS DE JESÚS, y El no los decepcionó, aunque el camino fue a menudo estrecho y difícil. Fue un camino que pocos buscaban. Pero simplemente no era suficiente ser "bautizados en el Espíritu" y "hablar en lenguas". Ellos necesitaban SER INVESTIDOS CON EL PODER DE LO ALTO. Y ellos necesitaban ver a Dios glorificado en sus días, de la manera más profunda posible. Ellos no podían soportar seguir viviendo de la manera como siempre. ¿Donde estaba el poder, dónde estaba la gloria de los días apostólicos? Ellos se encargaron - y fueron impulsados en este camino por Dios mismo - de descubrirlo.

Y así, con ayunos y oración, con luchas agonizantes como Jacob la tenía con Dios, despojando sus vidas no solamente de sus pecados, sino de todos sus "CAMINOS" carnales y emocionales - los caminos del poder humano y de la fuerza humana -, ellos seguían luchando, hasta alcanzar la sala del trono de Dios. Y cuando llegaron allá, fueron hombres y mujeres verdaderamente quebrantados, verdaderamente con "manos puras y un corazón limpio". Y El los encontró allí de la manera más profunda. Dime, mi amigo, ¿tienes hambre y sed de más de Dios? ¿Es tu único deseo amarle con TODO tu corazón y TODA tu mente y TODA tu alma y TODAS tus fuerzas? ¿Y deseas verlo a El glorificado en la tierra a lo máximo posible? "Y me buscarán, y me encontrarán, CUANDO ME BUSQUEN CON TODO VUESTRO CORAZÓN" (Jer.29:13)



Martín Lutero


Teólogo y reformador religioso alemán, precipitó la Reforma protestante al publicar en 1517 sus 95 Tesis denunciando las indulgencias y los excesos de la Iglesia Católica.

Formación

Martín Lutero nació en Eisleben en 1483, hijo de una familia de origen campestre y dueña de una mina.
Atendía la escuela latina en Mansfeld desde 1488, continuando sus estudios en Magdeburgo y luego en Eisenach. En 1501, empieza sus estudios en Erfurt con la intención de hacerse abogado.

En 1505, tomó una decisión que iba a cambiar el curso de su vida de manera radical. Decidió entrar al monasterio Augustino en Erfurt. Esa decisión, junto a la búsqueda de un Dios de Gracia y la voluntad del mismo, culminó en el desarrollo de la reforma de la iglesia. Las experiencias negativas que Lutero tuvo con los medios eclesiales de gracia, no solo favorecieron la crítica respecto al lamentable estado de las prácticas en la iglesia, sino más bien obligaron a una revisión fundamental de la teología medieval. En 1507, con 24 años, fue ordenado sacerdote y tres años más tarde viajó a Roma, la capital de la cristiandad; pero este viaje, lejos de ayudarle en su búsqueda espiritual, tuvo para él el efecto contrario al percatarse de la frivolidad y mundanalidad en la que aquella iglesia había caído. De vuelta a su patria se doctoró en teología en 1512 comenzando a dar clases en la universidad de Wittenberg.

Las Indulgencias

En 1517 aparece en escena un monje dominico, Tetzel, predicador de las indulgencias. Por medio de la compra de indulgencias, según la enseñanza tradicional, se libraba a las almas recluidas en el purgatorio de los tormentos del mismo. El dinero obtenido en esta ocasión por este medio sería invertido, a partes iguales, en la erección de la basílica de San Pedro en Roma y en la compra por parte de Alberto de Hohenzollern de un obispado.

Fue entonces cuando Lutero escribió y clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg sus Noventa y Cinco Tesis. Este documento fue la chispa que puso en marcha todo un proceso cuyas consecuencias iban a ser de largo alcance. Su crítica pública contra el abuso de las cartas de indulgencias en 1517 no solo produjo la discusión deseada, sino que además causó la apertura de un tribunal de inquisición culminando en la excomulgación de Lutero, después de la dieta imperial de Worms, en 1521. Federico el Sabio organizó un "secuestro" para proteger la vida de Martín Lutero. Lutero se quedaba en el castillo Wartburg como Doncel Jorge por casi un año, traduciendo el Nuevo Testamento al alemán. El 15 de junio de 1520 León X publicó la bula de excomunión de Lutero intitulada Exsurge Domine; cuando Lutero la recibió se dirigió al pudridero de la ciudad y, juntamente con el Derecho Canónico, la arrojó a las llamas. La ruptura estaba consumada. Un fraile había osado levantarse él solo ante todo un sistema religioso de más de mil años de antigüedad, con el solo apoyo de la Palabra de Dios. En ese mismo año de su condenación Lutero ha escrito incansablemente algunas de sus mejores obras: A la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia y La libertad cristiana. Lutero viajó a Worms bajo la protección de un salvoconducto y allí, conminado ante Carlos V, a pronunciarse sobre sus doctrinas pronunció las memorables palabras: "Si no me convencen mediante testimonios de las Escrituras o por un razonamiento evidente (puesto que no creo al papa ni a los concilios solos, porque consta que han errado frecuentemente y contradicho a sí mismos), quedo sujeto a los pasajes de las Escrituras aducidos por mí y mi conciencia está cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme de nada, puesto que no es prudente ni recto obrar contra la conciencia." La suerte estaba echada; Lutero se había enfrentado al poder religioso y ahora lo estaba haciendo al poder secular. Las dos grandes instituciones: Iglesia e Imperio no estaban por encima de la Palabra, sino sujetas a ella. La ruptura mas evidente con los votos monásticos se realizó cuando se casó con la ex monja Catarina de Bora, en Junio de 1525. Ahí, se formó el núcleo principal de la casa parroquial evangélica."Después de la Palabra de Dios no hay un tesoro más precioso que el santo matrimonio. El mayor don de Dios sobre la tierra es una esposa piadosa, alegre, temerosa de Dios y hogareña, con la que puedes vivir en paz, a la que puedes confiar tus bienes, tu cuerpo y tu vida." Después de la guerra de campesinos en 1525, reprobada por Lutero, el reformador promovía la formación de una Iglesia Evangélica territorial con regulaciones eclesiales. Falleció en Eisbelen, su ciudad natal, en febrero de 1546. Por orden del príncipe elector, Lutero fue sepultado en la iglesia del castillo en Wittenberg.

Su aporte a la lengua alemana

Con su traducción de la Biblia al Alemán, Martín Lutero ganó fama permanente en relación con la unificación del idioma alemán.

Hoy en Día, unos 70 millones de fieles pertenecen a la Iglesia Luterana.

Inventar un idioma, crear una religión. Lutero fue el primero en potenciar el invento de Gutemberg. Hasta 1534 sólo circulaban traducciones al latín de la sagrada escritura, cuya lectura y estudio estaban destinadas a sacerdotes y eruditos. La traducción de Lutero intentó poner la Biblia al alcance de la población, siguiendo su idea de que cada lector y no la iglesia es responsable de la interpretación de la Biblia. Para conseguir su objetivo, Lutero inventó una suerte de mezcla entre las características común de los dialectos que por entonces se hablaban en Alemania y el latín y así creó el llamado "alemán puro", un idioma artificial que es la base de la actual lengua alemana.

Lutero publicó su Biblia apenas 60 años después de la invención de la imprenta y con ello se transformó en el primer libro de circulación masiva de la historia y también marcó el inicio de otra revolución: la lectura masiva.

Conclusiones

Martín Lutero no fue un hombre perfecto, y desde la perspectiva actual tampoco la totalidad de su pensamiento. Algunos autores sostienen que Lutero guardaba algunos resabios de antisemitismo, algo inadmisible para el protestante de tan solo unas décadas después y mucho menos para el de hoy en día. Aún así, a favor de Lutero, vale mencionar que su mejor discípulo y amigo, el que lo ayudó en la traducción de la Biblia, era judío. Su nombre, PhilippMelanchton. Lutero no había objetado el bautismo de los niños, cosa que sí haría Menno Simons, luego los anabaptistas como Hubmaier y finalmente los bautistas como Roger Williams. Tampoco renegó del uso de la vestimenta sacerdotal romana entre otras cosas y aún tenía en mente una Iglesia unificada con un líder único. Pero debemos comprender el contexto histórico que rodeó a Lutero. Él era un hombre formado en el seno de la Iglesia católica, que tuvo la oportunidad, la visión y el coraje de pretender cambiarla, cosa que finalmente no pudo hacer. Pero su aparente fracaso se cambió en rotundo éxito, ya que nació un movimiento claramente distintivo que los propios romanos llamaron "Protestantes" Martín Lutero, fue un hombre que sincero y entregado a Dios tuvo el privilegio de dar forma al trabajo de muchos antecesores reformadores, algunos laicos y otros sacerdotes, quienes solieran pagar con precio de sangre su visión. Lutero abrió la puerta a través de la cual comenzó a filtrar la luz de la Gracia para todo el mundo que la aceptase. A Martín Lutero le fue concedido por la historia el honor de ser llamado el Padre de la Reforma, un movimiento que seguiría con cambios y mejoras hasta hoy en día. Quizá nunca se llegue a la perfección en esta tierra. Mas en Gloria, junto a él y otros héroes -o no tanto-, podrá finalmente completarse en plenitud y perfección conforme al proyecto de Cristo.

William Joseph Seymour



William Joseph Seymour nació el 2 de mayo de 1870 en Centerville, St.Mary´s Parish, Louisiana. Sus padres, Simón Seymour (también conocido como Simón Simón) y Phillis Salabar fueron ambos antiguos esclavos . Cuando Presidente Abraham Lincoln firmó la Proclamación de la Emancipación que acaba la esclavitud en los estados rebeldes, Simón alistó en el Ejército Norteño y sirvió hasta el fin de la Guerra Civil. Durante su servicio, él enfermó y se hospitalizó en Nueva Orleans. Por las descripciones de la enfermedad, parece que él puede haberse contagiado de malaria u otra enfermedad tropical en los pantanos del sur. Simón nunca se recuperó plenamente. William Seymour, fue el mayor de una familia grande, vivió sus primeros años en la más absoluta pobreza. En 1896 las posesiones de la familia se listaron como una armazón de cama vieja, una silla vieja y un colchón viejo. Todos los bienes personales de la familia estaba estimada en cincuenta y cinco centavos de dólar.

Seymour también sufrió la injusticia y los prejuicios del la reconstrucción del sur. La Violencia contra los negros era algo común y los grupos como el Ku Klux Klan aterrorizaron a Louisiana del sur.
El joven Seymour había estado expuesto a diversas tradiciones cristianas. joven se expuso a las varias tradiciones cristianas. Sus padres estaban casados por un predicador metodista; cuando niño William fue bautizado en la el Iglesia Católica Romana en Franklin, Louisiana, y Simón y Phillis fueron enterrados en una Iglesia Bautista.

Muchos narradores de la vida de Seymour dicen que él era analfabeta. Esto no es verdad. Él asistió a una escuela en Centerville y aprendió leer y escribir. De hecho, su firma muestra una muy buena caligrafía.

Huyendo de la pobreza y la opresión de la vida en el sur de Luisiana, Seymour dejó su casa materna siendo ya adulto. Viajó y trabajó en Indiana, Ohio, Illinois y otros estados posiblemente incluyendo Missouri y Tennessee. Él trabajó a menudo como camarero en los hoteles de estas ciudades.

En Indianápolis, Seymour se convirtió en una Iglesia metodista. En Indianápolis, Pronto, sin embargo, él se unió a la Iglesia de Dios el movimiento de la Reforma en Anderson, Indiana. En ese momento, el grupo se llamaba “La luz de los santos en la noche”. Con este grupo de Santidad conservador, Seymour se santificó y entendió el llamado para predicar con su ejemplo.

En Cincinnati, Ohio después de un combate a muerte con la viruela, Seymour recibió el llamado al ministerio. La enfermedad le dejó ciego en un ojo y cicatrices en la cara. Por el resto de su vida él llevó barba para esconder las cicatrices.

En 1905, Seymour estaba en Houston, Texas dónde él oyó el mensaje pentecostal por primera vez. Él asistió a una escuela bíblica dirigida por Charles F. Parham. Parham era el fundador del Movimiento de Fe Apostólico, y es el padre del avivamiento de Pentecostal/Carismático moderno. En una escuela bíblica en Topeka, Kansas, sus seguidores habían recibido el bautismo en el Espíritu santo con la evidencia bíblica de hablar en lenguas.

Debido a las estrictas leyes de segregación racial de aquel entonces, Seymour se vio obligado a sentarse fuera de la sala de clase. El humilde siervo de Dios soportó esta injusticia con la gracia. Seymour fue un hombre de una gran inteligencia. En sólo unas semanas, se familiarizó enormemente con las enseñanzas de Parham al punto de que el también las podía enseñar. Seymour, sin embargo, no recibió el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas.

Parham y Seymour celebraron reuniones conjuntas en Houston, con Seymour predicando a un público de negros y Parham que hablaba a los grupos blancos. Parham esperaba utilizar a Seymour para extender el mensaje de Fe Apostólico a los afro-americanos en Texas.

Neely Terry, un invitado de Los Angeles se reunió con Seymour mientras él estaba predicando en una iglesia pequeña pastoreada por Lucy Farrar (también escrito Farrow). Farrar también era una empleada de Parham y estaba sirviendo a su familia en Kansas.



Cuando Terry volvió a Los Angeles, persuadió a la pequeña iglesia de Santidad a la que asistía para invitar a Seymour a Los Angeles para una reunión. Su pastor, Julia Hutchinson, extendido la invitación.

Seymour llegó a Los Angeles en febrero de1906. Sus primeros esfuerzos un predicar el mensaje pentecostal fueron rechazados y se quedó al margen de la iglesia. Los dirigentes mas que sospechosos de la doctrina de Seymour, estaban preocupados especialmente porque la predicación se basaba en una experiencia que ninguno de ellos había recibido.

Pasando luego a la casa de Edward Lee, conserje en un banco local, Seymour empezó el ministerio con un grupo de la oración que había estado reuniéndose regularmente en la casa de Richard y Ruth Asbery, en 214 Bonnie Brae Nortes. Asbery también era empleado como conserje.. La mayoría de los asistentes eran afroamericanos, con visitas ocasionales de gente blanca. El grupo buscó a Dios para un avivamiento y que se intensificara el hambre por El.

Finalmente, el 9 de abril, Lee fue bautizado en el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas. Cuando la noticia de su bautismo fue compartido con otros creyentes en Bonnie Brae, un poderoso torrente siguió. Muchos recibieron el bautismo del Espíritu Santo como en el dia de pentecostés. Esa tarde sería difícil de describir. La gente cayó al suelo inconsciente, otros gritaban y corrían a través de la casa. Una vecina, Jennie Evans Moore tocó el piano, algo que no tenía la habilidad de hacer antes.

Durante los próximos días de continua manifestación, cientos se reunieron . Las calles estaban llenas y Seymour predicaba. El 12 de abril, tres días después de la manifestación inicial, Seymour recibió su bautismo de poder.

Rápidamente la capacidad de la casa de Asbery se sobrepasó, y los fieles comenzaron la búsqueda de una nueva casa para una nueva iglesia. Ellos encontraron su edificio en el 312 Calle de Azusa. La misión se había construido como una Iglesia episcopal metodista africana, pero cuando los habitantes anteriores la desocuparon, el santuario de arriba se había convertido en apartamentos. Un fuego destruyó el tejado y se reemplazó con una azotea. La planta de abajo, sin acabados y piso de tierra, era utilizada como lugar de bodegaje y almacenamiento. La planta baja se convirtió en la sede de la Misión de Fe Apostólica. Sillas y tablones de madera como asientos, un altar de la oración y dos canastas de madera cubiertas por una tela barata se volvió el púlpito.

Desde este humilde lugar, la verdad pentecostal se extendió en todo el mundo. Los visitantes provenían de cerca y de lejos para ser parte del gran avivamiento de la Misión de Fe Apostólica del 312 de la Calle Azusa en Los Angeles.

El 17 de abril, El diario “Los Angeles Times” envió a un reportero al avivamiento. En un artículo al día siguiente, él reportero denigró la reunión y al pastor, llamando a los fieles “una nueva secta de fanáticos” y Seymour “un exhortador” viejo. Se burlaban de su glossolalia como “un extraño babel de lenguas”. Más importante que las opiniones críticas expresadas por el reportero fue el cronometrando y providencial dia de su visita. El artículo fue publicado el mismo día del gran terremoto en San Francisco. Los Californianos del sur, estaban atemorizados, conocedores de un próximo avivamiento dónde las profecías del día del juicio final eran comunes.

Inmediatamente, Frank Bartleman, evangelista itinerante y participante de la iglesia de Azusa publicó inmediatamente un folleto sobre el terremoto. Miles de folletos, escritos con las profecías del fin de los tiempos, era distribuidos. Al poco tiempo, multitudes se reunieron en la Calle de Azusa.

Con la ayuda de un escritor y editor la misión empezó a publicar un periódico, ”La Fe Apostólica”. Los sermones de Seymour fueron transcritos y se imprimieron, junto con las noticias de las reuniones y los muchos misioneros que estaban siendo enviados. El periódico extendió el mensaje pentecostal literalmente por todo el mundo. La circulación del pequeño periódico pasó a 50.000 unidades diarias.
Los Servicios de la misión se llevaron a cabo tres veces cada día. El primero a las 10 AM, el segundo al mediodía y el tercero a las 7 PM. A menudo ellos permanecían en el culto todo un día. Este horario se continuó los siete días de la semana durante más de tres años.

Era común ver a los perdidos llegar para encontrar salvación, enfermos ser sanados, endemoniados ser libres, y gente buscando el bautismo del Espíritu en casi cada reunión. Muchos de los primeros líderes del movimiento pentecostal recibieron su bautismo del Espíritu Santo en el altar de la calle Azusa.

En 1906 cuando había más linchamientos de hombres negros que cualquier otro año de la historia de América, Seymour llevó un servicio de culto de interracial. En la calle Azusa Calle no hubo preferencias por edad, sexo, o raza. Un feligrés de Azusa dijo, “La sangre de Jesús lavó la línea de separación por el color“.
A pesar de todo el éxito, el avivamiento enfrentó la oposición externa e interna. Charles Parham, insultado por la integración racial de las reuniones y el emocionalismo trajo la primera gran división. Muchos otros siguieron. Cuando Seymour se casó con la Srta. Jeanne Evans Moore el 13 de mayo de 1908 otro grupo salió de la misión. Dos señoras de estos grupos disidentes tomaron las principales listas para paralizar el envío del correo del periódico “La Fe Apostólica”.

Las Iglesias denominacionales fueron inclementes en sus ataques. No muchos años después de que el avivamiento empezó sólo una parte de los feligreses, en su mayoría negro y la mayoría del grupo de Bonnie Brae, mantenía el fuego ardiendo en la antigua misión.

El Obispo Seymour continuó como pastor de la iglesia hasta su muerte. Sin embargo su trabajo no se limitó a Los Angeles. Él viajó extensivamente, mientras establecía nuevas iglesias y predicaba el evangelio. Él incluso escribió y editó un libro, “Las Doctrinas y Disciplina de la Misión de Fe Apostólica” para ayudar a gobernar las iglesias que había ayudado a nacer.

El 28 del septiembre de 1922, Seymour comenzó a sufrir dolores en el pecho y falta de respiración. Aunque un doctor fue llamado, fue internado en el hospital “Cellestial Center”.

Algunos dicen que él murió de un infarto. Fiel hasta el final, sus últimas palabras fueron “yo amo a mi Jesús “. Seymour fue sepultado en el “Cementerio Evergreen” de Los Angeles. En su lápida sepulcral simplemente se lee, “Nuestro Pastor”.

Después de su fallecimiento, su esposa Jennie, siguió como ministro en la misión. Finalmente, la misión fue derribada por la administración de la ciudad de Los Ángeles y los bienes se perdieron, pero lo que ocurrió allí nunca será olvidado.

Durante muchos años el papel fundamental de Seymour se ignoró casi por completo por historiadores de la iglesia. Parcialmente, sin ninguna duda, porque él era un afroamericano. Este vergonzoso abandono, sin embargo está acabando finalmente pues cada vez más los estudiantes de historia del avivamiento pentecostés aprende de la importancia del papel de William J. Seymour en la formación del movimiento pentecostal.

Charles Finney: El evangelista controversial




En el otoño de 1821, un estudiante de leyes de veintinueve años de edad comenzó a buscar al Señor. Durante el pasado año un avivamiento se había extendido en su ciudad natal de Adams, Nueva York, y él había rehusado participar. Pero después comenzó a orar. Cuarenta años más tarde, recordó de esta manera su conversión: "El Espíritu Santo descendió sobre mí con tal fuerza que parecía que me traspasaba el cuerpo y el alma. La impresión fue como de una ola de electricidad que me traspasó enteramente. Parecía venir sobre mí en olas de amor, pues no lo pudiera expresar de otra manera. Parecía como el aliento mismo de Dios. Puedo recordar expresamente que parecía abanicarme, como inmensas alas. No tengo palabras para expresar el maravilloso amor que fue derramado en mi corazón". 1

Así comenzó el ministerio de Charles Grandison Finney (1792-1875), uno de los más destacados e influyentes evangelistas en la historia de los Estados Unidos.

El ministerio de Finney fue el apogeo del Segundo Gran Despertamiento (alrededor de 1792-1835). Vivió en la época de rápida expansión al Oeste, en que hubo un crecimiento de población sin precedentes. Los norteamericanos habían asimilado la doctrina del "Destino Manifiesto", y con ella el optimismo en los logros y el potencial humanos únicos en la historia. Finney era la personificación espiritual de ese ideal.

Resumiendo la importancia de Finney, Marcos Noll escribe: "Hay que reconocer que se debiera clasificar a Finney con Andrew Jackson, Abraham Lincoln, y Andrew Carnegie... como uno de los personajes públicos más importantes de la América del siglo diecinueve. Sin duda, entre la raza blanca de los Estados Unidos, sobresale, después de Jonathan Edwards, como una figura crucial en el mundo evangélico". 2

Los Primeros AÑos

Poco después de su dramática conversión, Finney comenzó a estudiar bajo su pastor presbiteriano, George Gale. Éste lo animó a asistir al Seminario Princeton. Pero como no sentía gran respeto por la teología ni los teólogos, Finney escribió: "Llana y plenamente les dije que no me sometería a la influencia bajo la que ellos habían estado". 3

En sus memorias, Gale lo recuerda de otra manera: "Finney no asistió al seminario porque no pudo ser aceptado".

Por cualquiera razón, Finney no procuró hacerse de una educación teológica formal. Como resultado, su presbiterio lo puso bajo tutela de Gale y otro pastor. En 1823, Finney recibió licencia para predicar, y fue ordenado en 1824.

Durante este tiempo la Sociedad Misionera Femenil lo comisionó para que trabajara como evangelista en el laberinto de pueblos y aldeas en el noroeste de Nueva York. Allí Dios le concedió cierta medida de buen éxito.

En 1825, hubo un drástico cambio en su ministerio. Finney fue invitado a predicar en Utica, Nueva York. Utica quedaba cerca del recién escavado Canal Erie. Era una metrópolis del Oeste, en creciente desarrollo y de mucho movimiento. Durante dos años Finney predicó, con creciente efectividad, en Utica y las ciudades adyacentes de Rome y Syracuse.

Los métodos de Finney eran novedosos. No evangelizó como sus predecesores: Jonathan Edwards, George Whitefield, y Asahel Nettleton. 4 Para tener conversiones, a propósito elevó el timbre emocional de las reuniones. Adoptó y popularizó la práctica metodista de llamar a los conversos a pasar al altar o sentarse en la silla del penitente para significar su decisión de seguir a Cristo. Para agotar a los oyentes y llevarlos a hacer una entrega, alargaba sus reuniones. A veces las reuniones duraban cuatro horas y más. Estas formas de manipulación no escaparon a los críticos.



John Wesley



John Wesley nació el diecisiete de junio de 1703, en Epworth, Inglaterra, el decimoquinto de diecinueve hijos de Samuel y Susana Wesley. El padre de Wesley era predicador, y la madre de Wesley era una mujer notable en cuanto a sabiduría e inteligencia. Era una mujer de profunda piedad y crió a sus pequeños en estrecho contacto con las historias de la Biblia, contándolas ya alrededor del hogar de la habitación de los niños. También solía vestir a los niños con sus mejores ropas los días en que tenían el privilegio de aprender su alfabeto como introducción a la lectura de las Sagradas Escrituras. El joven Wesley era apuesto y varonil, y le encantaban los juegos y en particular el baile.

En Oxford fue un líder, y durante la última parte de su estancia allí fue uno de los fundadores del "Santo Club," una organización de estudiantes serios. Su naturaleza religiosa se profundizó con el estudio y la experiencia, pero no fue hasta años después de dejar la universidad y entrar bajo la influencia de los escritos de Lutero que sintió haber entrado en las plenas riquezas del Evangelio.

Juan Wesley y Conde Nicholas Ludwig von Zinzendorf

El y su hermano Carlos fueron enviados a Georgia por la Sociedad para la Propagación del Evangelio, y allí los dos desarrollaron sus capacidades como predicadores. Durante su navegación se encontraron en compañía de varios Hermanos Moravos, miembros de la asociación recientemente renovada por la actividad del Conde Zinzendorf. Juan Wesley observó en su diario que en una gran tempestad, cuando todos los ingleses a bordo perdieron enteramente la com¬postura, estos alemanes lo impresionaron con su calma y total resignación a Dios. También observó la humildad de ellos bajo tratos insultantes.

Fue al volver a Inglaterra que entró en aquellas mas profundas experiencias y que desarrolló aquellos maravillosos poderes como predicador popular, que le hicieron un líder nacional. En aquel tiempo se asoció asimismo con George Whitefield, de fama imperecedera por su maravillosa elocuencia.

Lo que llevó a cabo bordea en lo increíble. Al entrar en su año octogésimo quinto, le dio las gracias a Dios por ser casi tan vigoroso como siempre. Lo adscribía en la voluntad de Dios, al hecho dc que siempre había dormido profundamente a que se había levantado durante sesenta años a las cuatro de la mañana y que por cincuenta años predicó cada mañana a las cinco. Apenas en su vida sintió algún dolor, resquemor o ansiedad. Predicaba dos veces al día, y a menudo tres y cuatro veces. Se ha estimado que cada año viajó cuatro mil quinientas millas inglesas, la mayoría a lomo de caballos.

Los éxitos logrados por la predicación Metodista tuvieron que ser alcanzados a través de una larga serie de años, y entre las mas acerbas persecuciones. En casi todas las partes de Inglaterra se vio enfrentado al principio por el populacho que le apedreaba, y con intentos de herirle y matarle. Sólo en ocasiones hubo intervenciones de la autoridad civil. Los dos Wesleys se enfrentaron a todos estos peligros con un asombroso valor, y con una serenidad igualmente asombrosa. Lo más irritante era el amontonamiento de calumnias e insultos de parte de los escritores de aquella época. Estos libros están totalmente olvidados.

Wesley había sido, en su juventud, un eclesiástico de la iglesia alta, y siempre estuvo profundamente adherido a la Comunión Establecida. Cuando vio necesario ordenar predicadores, se hizo inevitable la separación de sus seguidores de la iglesia oficial. Pronto recibieron el nombre de "Metodistas" debido a la peculiar capacidad organizativa de su líder y a los ingeniosos métodos que aplicaba.

La comunión Wesleyana, que después de su muerte creció hasta constituir la gran Iglesia Metodista, se caracterizaba por una perfección organizativa casi militar. Toda la dirección de su denominación siempre en crecimiento descansaba sobre el mismo Wesley.

La conferencia anual, establecida en 1744, adquirió un poder de gobierno sólo a la muerte de Wesley.

Carlos Wesley hizo un servicio incalculable a la sociedad con sus himnos. Introdujeron una nueva era a la himnología de la Iglesia de Inglaterra. Juan Wesley dividió sus días entre su trabajo de dirigir a la Iglesia, su estudio (porque era un lector incansable), a viajar, y a predicar.

Wesley era incansable en sus esfuerzos por diseminar conocimientos útiles a través de su denominación.

Planificó la cultura intelectual de sus predicadores itinerantes y maestros locales, y para escuelas de instrucción para los futuros maestros de la Iglesia. El mismo preparó libros para su uso popular acerca de historia universal, historia de la Iglesia, e historia natural.

En esto Wesley fue un apóstol de la unión de la cultura intelectual con la vida cristiana. Publicó también los más madurados de sus sermones y varias obras teológicas. Todo esto, tanto por su profundidad y penetración mental, como por su pureza y precisión de estilo, excitan nuestra admiración.

Juan Wesley era persona de estatura ordinaria, pero de noble presencia. Sus rasgos eran muy apuestos, incluso en su ancianidad. Tenía una frente ancha, nariz aquilina, ojos claros y una complexión lozana. Sus modales eran corteses, y cuando estaba en compañía de gentes cristianas se mostraba relajado. Los rasgos más destacados de su carácter eran su amor persistente y laborioso por las almas de los hombres, la firmeza, y la tranquilidad de espíritu. Incluso en controversias doctrinales exhibía la mayor calma. Era amable y muy generoso.

Ya se ha mencionado su gran laboriosidad. Se calcula que en los últimos cincuenta y dos años de su vida predicó más de cuarenta mil sermones. Wesley trajo a pecadores al arrepentimiento en tres reinos y dos hemisferios. Fue obispo de una diócesis sin comparación con ninguna de la Iglesia Oriental u Occidental. ¿Qué hay en el ámbito de los esfuerzos cristianos -misiones foráneas, misiones interiores, tratados y literatura cristiana, predicación de campo, predicación itinerante, estudios bíblicos y lo que sea que no filera intentado por Juan Wesley, que no fuera abarcado por su poderosa mente mediante la ayuda de su Divino Conductor?

A él le fue concedido avivar la Iglesia de Inglaterra cuando había perdido de vista a Cristo el Redentor, llevándola a una renovada vida cristiana. Al predicar la justificación y renovación del alma por medio de la fe en Cristo, levantó a muchos de las clases más humildes de la nación inglesa desde su enorme ignorancia y malos hábitos, transformándolos en cristianos fervorosos y fieles. Sus infatigables esfuerzos se hicieron sentir no sólo en Inglaterra, sino también en América y en la Europa continental. No sólo se deben al Metodismo casi todo el celo existente en Inglaterra por la verdad y vida cristiana, sino que la actividad agitada en otras partes de la Europa Protestante podemos remontarla, indirectamente al menos, a Wesley.

Murió en 1791, después de una larga vida de incesantes labores y de desprendido servicio. Su ferviente espíritu y cordial hermandad siguen sobreviviendo



SMITH WIGGLESWORTH 1859 – 1947

UNA VIDA ESFORZADA

Smith Wigglesworth nació en Yorkshire, Inglaterra, en el seno de una familia muy pobre y empezó a trabajar desde los seis años de edad durante 12 horas al día, por tal razón nunca fue a la escuela. A los ocho años se convirtió en una Iglesia Metodista Wesleyana y empezó a predicar el Evangelio de Jesucristo, la primera persona a la que llevó a los pies de Cristo fue a su propia mamá. A los diez años se fue a la Iglesia Anglicana y allí fue confirmado. A los dieciséis años se fue al Ejército de Salvación, y a los veinte años se fue a trabajar en Liverpool en donde comenzó a dar de comer a los niños pobres de los muelles, con su propio sueldo.

Luego se fue a Bradford en donde se estableció permanentemente y desarrolló un negocio de plomería. Allí conoció a la joven que habría de ser su esposa y se casó con ella.

Polly, su esposa, fue una gran bendición para su vida: fue ella quien le enseñó a leer y escribir; también fue ella quien con su dulzura ayudó a moldear el temperamento fuerte de su marido. Ella predicaba el Evangelio en campañas de salvación en y él ayudaba y él era ujier: saludaba a las personas en la puerta, repartía himnarios y hablaba con los recién convertidas en el altar. Los días martes, los esposos Wigglesworth acostumbraban ir a la ciudad de Leeds, en donde se desarrollaba una reunión semanal de oración por los enfermos. Allí fue sanada su esposa.



Un día, los líderes de su Iglesia decidieron viajar a una Convención Cristiana y le pidieron a Wigglesworth que dirigiera los servicios de la Iglesia en Bradford, mientras ellos regresaban, encargo que él aceptó con renuencia. En esa primera reunión en la que Wigglesworth predicó, a pesar de su inexperiencia y de su falta de títulos académicos, 15 personas fueron sanadas por Dios. Muy sorprendido, Wigglesworth concluyó que Dios lo había hecho por misericordia con los enfermos y principalmente con él.

Posteriormente el mismo Smith Wigglesworth sufrió una grave apendicitis que lo tuvo a las puertas de la muerte, porque él se negó a ser operado, pero una pareja de jovenes vino a visitarlo y el joven oró por él diciendo: “Fuera demonio en el nombre de Jesús” e inmediatamente Wigglesworth se sintió bien y recuperó sus fuerzas. Para sorpresa de todos se sintió tan bien, que en ese mismo momento se fue a hacer un trabajo de plomería que le solicitó una señora .

Teniendo como base estos testimonios en otros y en sí mismo, comenzó su ministerio de sanidad antes de recibir el Bautismo del Espíritu Santo, y llegó a ser conocido como predicador en el pueblo de Bradford y en los alrededores cercanos, en donde ministró hasta los 48 años de edad. En sus servicios llevaba a muchos a los pies de Cristo, y oraba por los enfermos.

Algunas personas criticaban su falta de educaciòn formal, pero él no se dejaba llevar a discusiones teológicas, sino que decía: “No soy erudito, soy hombre de un solo libro: La Biblia”.

LA TRANSFORMACIÓN DE SU MINISTERIO

En 1907, a la edad de 48 años, recibió el Bautismo del Espíritu Santo, y se convirtió en un Evangelista único, su temperamento y su forma de vivir cambiaron radicalmente. Smith Wigglesworth fue llamado por Dios al ministerio evangelístico para ir a las naciones de la tierra, y a partir de entonces trabajó siempre con total independencia respecto de las denominaciones, pero con mucha cercanía y amor con los Pastores e Iglesias que le abrieron las puertas.



Dios lo llevó a ministrar en grandes reuniones de sanidad y milagros, en las que impartía fe a las multitudes, predicaba el mensaje de salvación, oraba por los enfermos y desafiaba a los creyentes a recibir el Bautismo del Espíritu Santo. En la puerta de su sede de Bowland Street había un aviso que decía: “Yo soy tu Dios que te sana”. Esto causaba un gran impacto en las personas que lo leían.

Tuvo que padecer durante varios años de su ministerio, dolorosos cálculos renales que le producían constantes hemorragias; sin embargo se rehusó a ser operado y esperó, con fe inquebrantable en la sanidad divina, hasta que finalmente en un servicio de milagros él mismo fue sanado y expulsó veinte cálculos. Llegó a ser conocido como el “Apóstol de la Fe”. Su ministerio se caracterizaba por grandes milagros y señales extraordinarias (incluso hay registradas cerca de veinte resurecciones en su ministerio).

Muchas personas se sorprendían por sus métodos, que algunas veces parecían rudos pero que traían bendición a las personas. El decía: “No se puede tratar suavemente al diablo” y también decía: “Dios es tan grande. Siempre tiene algo nuevo”. En los libros que se han escrito acerca de él, encontramos las más formas de orar y de ministrar más diversas y fuera de lo común, seguidas de sorprendentes sanidades y milagros extraordinarios.

EL ELIAS DEL SIGLO XX

Smith Wigglesworth tenía una presencia imponente que irradiaba autoridad. Era cortés y amable pero austero. Estaba lleno de la compasión, el amor y la fe de Dios, y desafiaba a sus oyentes a tener hambre y sed de la Presencia de Dios. Decía que: “nada en el mundo puede fascinarnos tanto como estar cerca de Dios”.

Solamente con llegar a un lugar causaba impacto a su alrededor, porque se sentía la Presencia del Espíritu Santo en él. No aceptaba lisonjas porque para él era claro que la gloria solo es para el Señor Jesús, y era implacable con los vanidosos que se atrevían a decir que eran siervos de Dios.

Smith Wigglesworth encarnaba la fe y el amor; tenía un perfecto equilibrio entre la profunda espiritualidad de un siervo ungido y la absoluta practicidad de un hombre sabio. Un ejemplo de su amor pastoral se deja ver en su costumbre de usar saco y zapatos delgados cuando predicaba al aire libre, así se daba cuenta cuando las personas más pobres empezaran a sentir frío y sabía que era hora de acabar la reunión.

Era particularmente generoso: con los hermanos, con las Iglesias, y especialmente con los pobres. Ofrecía unas cenas especiales para personas muy pobres basándose en las palabras de Jesús en Lucas 14:13-14: “Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurección de los justos”. El daba un breve mensaje evangelístico en estas cenas y muchas personas se convertían.

Se movía siempre de acuerdo con lo que el Espíritu Santo le decía, casi siempre empezaba orando en lenguas e interpretando el mensaje, se deleitaba en la adoración y especialmente le gustaba el himno SOLO CREER, su oración era poderosa y conmovía el trono de Dios. Una vez en una campaña evangelística en Noruega le pidió a Dios algo diferente y el Señor le dijo: “Esta noche todas las almas serán salvas”, y fue tal la unción que se derramó sobre el auditorio que el hermano Wigglesworth lo describió como la experiencia más increíble que había tenido hasta ese entonces.



Su amada esposa Polly falleció en 1913, pero antes tuvo que convencerlo que Dios la estaba llamando, porque él no cesaba de orar para que no muriera. Solo hasta que Dios le habló, Wigglesworth la dejó partir, pero la extrañó por siempre. Desde que ella murió, su hija Alice lo acompañaba en los viajes porque su único hijo varón falleció tempranamente en 1915.



UN PRECIOSO LEGADO

En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y el gobierno inglés le pidió a todos los extranjeros que abandonaran Gran Bretaña por su propia protección, por esta causa el Dr. Lester Sumrall se fue a despedir de Smith Wigglesworth. En esa ocasión, sabiendo que la despedida podía ser para siempre, Wigglesworth oró con gran pesar, y en ese momento tuvo una visión gloriosa que el Dr. Sumrall relata de la siguiente manera en su libro “Pioneros de la Fe”:

“Veo el más grande avivamiento en la historia de la humanidad que viene al mundo como nunca antes se vio. Y veo a los muertos levantarse. Veo toda clase de enfermedades que son sanadas. Veo hospitales enteros vacíos….. Me dijo que iban a haber incontables y numerosísimas multitudes siendo salvas. Ninguna persona va a poder decir son tantos los que se convirtieron porque nadie va a poder contarlos dada la gran cantidad que representarán. Ninguna enfermedad va a poder hacer frente al pueblo de Dios. Este será un avivamiento mundial, no local, me dijo, una explosión del poder de Dios y de la unción de Dios sobre toda la humanidad. Entonces abrió sus ojos, y mirándome, dijo: Yo no lo veré, pero tú si lo verás. El Señor dice que yo debo ir a recibir mi recompensa, pero que tú verás la poderosa obra que Él hará sobre la tierra en los últimos días.”


Smith Wigglesworth murió el 12 de Marzo de 1947, a la edad de 87 años, sin sufrir enfermedad alguna a pesar de su avanzada edad y su fuerte trabajo. El fruto de su vida y su ministerio aún nos desafía; pero su mayor legado fue el ejemplo de su fe en el Dios de los imposibles, su amor por las almas y insaciable búsqueda y comunión con el Espíritu Santo.

En nosotros aún resuenan sus palabras de exhortación para que nos entreguemos a una genuina adoración a Dios:

“Algunas personas se quedan satisfechas con algo bueno; otras quieren algo mejor. Para mí lo único suficiente es lo mejor de todo, mejorado.”

“Quiero llevarlos a un lugar de insatisfacción; un lugar donde ya nunca volverán a estar satisfechos, solo satisfechos con una satisfacción que no puede ser satisfecha.”

John Graham Lake

(1870-1935)

UN ENFERMO QUE SE LLENÓ DE FE



John G. Lake nació el 18 de marzo de 1870, en Ontario – Canadá, en un hogar de 16 hijos. Posteriormente, la familia se trasladó a los Estados Unidos, en donde él creció. Padeció muchas enfermedades desde niño al igual que todos sus hermanos, y cuando llegó a la adolescencia ya habían muerto cuatro de sus hermanos y cuatro de sus hermanas.

Lake escuchó el evangelio a la edad de dieciséis años en una reunión del Ejército de Salvación, entregó su vida a Cristo y poco después empezó a congregarse en la Iglesia Metodista. Desde ese momento le entregó a Dios toda su carga, y creyó que solo Él podría sanarlo; sin embargo, continuó sufriendo una enfermedad tras otra.

Una de las enfermedades que más lo afectó en su temprana juventud fue el reumatismo, pues sus piernas crecieron torcidas y su cuerpo se veía contrahecho. En esa condición, escuchó acerca del ministerio de sanidad de John Alexander Dowie, y decidió viajar a Chicago para que oraran por él. En ese servicio de oración un anciano le impuso las manos, e instantáneamente Lake fue sanado y sus piernas se enderezaron.

Desde ese día John G. Lake entendió que Dios no quiere que sus hijos estén enfermos y propuso en su corazón que no se volvería a resignar ante el espíritu de enfermedad y muerte que afligía a su familia (su hermano era inválido; su hermana estaba muriendo de cáncer de seno y otra hermana sufría de hemorragia severa).

Al primero que llevó a los servicios de John Alexander Dowie fue a su hermano, quien había sido inválido por 22 años. Él fue sanado tan pronto le impusieron las manos. Luego fue sanada su hermana del cáncer que padecía, desapareció la masa que tenía en el seno y también desapareció el dolor que la atormentaba.

A su otra hermana no la alcanzó a llevar al servicio de sanidad porque la encontró en su casa, sin pulso y sin rastro de vida en su cuerpo.

Inmediatamente le escribió un telegrama al Pastor Dowie diciendo: “Parece que mi hermana está muerta, pero en mi espíritu no la dejaré ir. Creo que si usted ora, Dios la sanará”, y el Pastor Dowie le respondió a través de otro telegrama: “Aférrese a Dios. Estoy orando. Ella vivirá”. Cuando llegó esta respuesta, Lake empezó a orar con fuerza por la vida de su hermana, Dios respondió, y ella fue sanada totalmente en el transcurso de la siguiente hora.

UN VUELCO TOTAL

En 1893 se casó con Jennie Stevens de Newberry – Michigan, a quien amaba profundamente y con quien tuvo siete hijos. El matrimonio fue muy feliz, porque se complementaban en todas las cosas. En especial, su esposa era una maravillosa intercesora y una sabia consejera. Sin embargo, la felicidad familiar se vio ensombrecida desde el segundo año de matrimonio porque Jennie empezó a sentirse enferma, y antes de cumplir los cinco años de casada ya le habían diagnosticado tuberculosis y una enfermedad mortal del corazón. Su condición llegó a ser muy grave, y ocasionalmente perdía el conocimiento y la encontraban tendida en el piso.



En abril de 1898 la situación era angustiosa para John G. Lake, porque su esposa estaba deshauciada y prácticamente inválida. Este fue el momento crucial de su vida la vida. Sus amigos lo consolaban para que aceptara con resignación que ella muriera; sin embargo, él encontró en la Biblia: "Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazareth, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él." (Hechos 10: 38). En ese momento entendió que la enfermedad proviene del diablo y no de Dios. Con una fe renovada llamó y telegrafió a todos sus amigos (incluyendo a John Alexander Dowie), para que oraran de común acuerdo pidiéndole a Dios que Jennie se sanara al día siguiente a las 9:30 a.m. ¡Y al día siguiente, a las 9:30 a.m., él oró a Dios y abrazó a su esposa, y ella fue sanada instantáneamente!

A partir de ese suceso, los Lake se hicieron famosos, muchas personas los visitaban para ver con sus propios ojos la sanidad de Jennie. Aunque John G. Lake no se dedicó inmediatamente a la obra de Dios, si guardaba en su corazón un genuino llamado al ministerio. Continuó trabajando en los negocios bursátiles y de seguros, en los que tenía mucho éxito, pero mantuvo una vida de comunión con Dios y de servicio en la obra de Dios, principalmente orando por los enfermos.

En 1906 recibió el Bautismo del Espíritu Santo, mientras oraba por una persona enferma, y desde ese momento el llamado de Dios se hizo tan fuerte en su vida que en 1907 vendió todo lo que tenía e hizo un voto de consagración junto con su esposa, para dedicarse únicamente a predicar el Evangelio. Dios les dijo a John y a Jennie que debían ir al Africa y ellos empezaron a prepararse. Se unieron al Predicador Tom Hezmalhalch, en un ministerio en el que oraban por el bautismo del Espíritu Santo, ministraban sanidad, y echaban fuera demonios. En enero de 1908 empezaron a reunir dinero para el viaje y, en abril del mismo año, toda la familia Lake, Tom Hezmalhalch y tres acompañantes, partieron hacia Suráfrica.

Este viaje fue un poderoso testimonio de la provisión sobrenatural de Dios a través del cual John G. Lake, quien alguna vez fue llamado “el millonario de Dios”, aprendió a depender exclusivamente de Dios en el aspecto económico. Recibieron ofrendas para los gastos de viaje; y una señora que no los conocía estaba en el muelle esperando “una familia misionera numerosa”, porque Dios le dijo que los alojara en Johanesburgo.

¡Allí empezó un ministerio que sacudió Africa!

EL AVIVAMIENTO EN AFRICA



Al primer servicio que realizó John G. Lake en Africa, como sustituto de un pastor sudafricano, asistieron más de 500 nativos zulúes que fueron impactos por el poder de Dios. A partir de ese momento se inició un gran avivamiento espiritual en Johanesburgo, en el que miles de personas fueron salvas, recibieron el bautismo del Espíritu Santo, y fueron sanadas.

En sus servicios John Lake y Tom Hezmalhalch se turnaban para predicar y oraban no solo por los que estaban presentes en la reunión, sino por personas de toda Africa que enviaban peticiones de oración, y Dios respondía de forma sobrenatural e inmediata. Muchos salían gritando ¡Soy sano! ¡Soy sano!; los servicios duraban hasta las 4:00 a.m. o 5:00 a.m.; las personas caían bajo el poder de Dios cuando John los tocaba y algunas veces a metros de distancia; y la ciudad estaba trastornada porque muchas personas amanecían llorando y deambulando por las calles, llenos de gozo porque se habían encontrado con Cristo.

Fue tal el alboroto que se formó alrededor de este ministerio, que las personas acudían en masa a la casa de los Lake para que John y Jennie oraran por ellos. Jennie daba palabras de conocimiento con un discernimiento espiritual que dejaba asombradas a las personas y llevaba al arrepentimiento a muchas de ellas.

Antes de completar un año en Africa, ya habían fundado cien Iglesias, y John G. Lake se ausentaba de su casa en extensos viajes misioneros. Su esposa atendía el ministerio y la casa, esforzándose de tal manera que su cuerpo no resistió más, y el 22 de diciembre de 2008 falleció, mientras su esposo estaba viajando por el desierto de Kalahari. Lake quedó desolado por la muerte de su esposa y durante muchos años lo acompañó el dolor de su pérdida.

En 1909 volvió a los Estados Unidos para buscar ayuda económica para el ministerio en Africa, y regresó en enero de 1910. Encontró que una tremenda plaga asolaba el país, y él mismo empezó a atender a los enfermos y moribundos sin que jamás lo tocara la plaga. Esto creó curiosidad entre los médicos, quienes lo retaron a que se sometiera a un análisis científico: colocaban en la mano de Lake, tejidos humanos contaminados con la plaga, y mediante un microscopio constataban que todos los gérmenes morían al contacto de su mano. Pero John Lake únicamente le daba gloria a Dios, y utilizó estas pruebas para que muchas personas se convirtieran a Cristo.

A finales de 1910, su amigo Tom Hezmalhalch se fue y lo dejó aún más solo; pero él sabía que debía permanecer en Africa. Muchas personas lo confortaron a través de cartas para que continuara y en respuesta, él empezó a publicar un boletín en el que contaba los testimonios de sanidades y milagros del ministerio, y era tal la unción que fluía a través de esos papeles, que cuando las personas los leían se arrepentían de sus pecados, eran bautizadas con el Espíritu Santo, sanadas y liberadas.

Fundó la Obra Misionera Tabernáculo Apostólico y la Iglesia Sión; y continúo predicando y orando por los enfermos en Africa hasta 1912. Se calcula que en sus cinco años de ministerio en Africa, se convirtieron más de cien mil personas, fundó 625 Iglesias, preparó y envió 1.250 predicadores, y Dios obró a través de él un incontable número de milagros.

EL AVIVAMIENTO EN ESTADOS UNIDOS

En 1912 John G. Lake volvió a los Estados Unidos y el primer año le dio prioridad a descansar al lado de sus hijos. En 1913 conoció a su segunda esposa, Florence, con quien tuvo cinco hijos. En 1914 se radicó en Spokane – Washington, en donde abrió el Tabernáculo Apostólico en el que inició un ministerio de sanidad y milagros, que afectó la ciudad de tal manera que las autoridades iniciaron una investigación para constatar la veracidad de dichas sanidades. El gobierno constató las increíbles sanidades y declaró la ciudad de Spokane como “la más sana del mundo”.

En 1920 estableció un centro de sanidad en Portland – Oregon, y los siguientes once años estuvo viajando por todo el país y estableciendo centros de sanidad similares en Sacramento, San Diego y Houston – Texas.

Su vida y la de su familia se volvió más placentera, porque aprendió a tener mayor equilibrio entre el ministerio y la vida familiar, y se volvió menos rígido tanto en su casa como en la Iglesia, sin que esto afectara para nada la efectividad de su ministerio y las manifestaciones del Espíritu Santo sobre él.

En medio de una generación que empezaba a manifestar incredulidad, defendía con pasión las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo. Respecto del ministerio cristiano decía: “Si el cristiano no tiene el Espíritu para ministrar, no tiene nada para ministrar”. Hasta el final de sus días fue un hombre sediento de la Presencia de Dios, y el Señor lo saciaba abundantemente.

En sus últimos años empezó a perder la visión, pero tampoco se resignó a quedar ciego, sino que clamó al Señor y Él lo sanó a los sesenta y un años. Después de que una vida fructífera, durante la cual él sirvió a Dios y fue utilizado por Él de manera extraordinaria, finalmente murió el 16 de septiembre de 1935, a la edad de sesenta y cinco años.

Hasta el día de hoy, el Tabernáculo Apóstólico y la Casa de Sanidad de John G. Lake en Spokane, siguen activos y reciben visitantes de todas partes del mundo. Es un ministerio que continúa siendo de gran bendición en el siglo XXI



KATHRYN JOHANNA KUHLMAN 1907 - 1976


1. LOS INICIOS



Kathryn Johanna Kuhlman nació el 9 de mayo de 1907, en Concordia, Missouri, Estados Unidos. De padres alemanes, Joseph Adolph y Emma Walkenhorst Kuhlman; ella fue la tercera de cuatro hijos: : Myrtle, Earl, Kathryn and Geneva. Kathryn se convirtió al cristianismo en 1921, en una reunión de avivamiento celebrada en una Iglesia Metodista, en la que predicó un evangelista bautista, el Reverendo Hummel.

En 1923, Kathryn terminó el décimo grado de bachillerato, que era el grado de educación pública disponible en la ciudad de Concordia. Su hermana Myrtle se había casado con un evangelista itinerante del Instituto Bíblico Moody, Everette B. Parrott., y les pidió a sus padres que permitieran a Kathryn acompañarlos durante el verano. Kathryn ayudaba en los servicios compartiendo su testimonio en las reuniones de avivamiento.

Ella continuó con los Evangelistas Parrots por cinco años, durante los cuales fueron influenciados por el Dr. Price, evangelista canadiense, quien les enseñó acerca del bautismo del Espíritu Santo, y como resultado iniciaron un ministerio de sanidad.

2. LA PRIMERA PARTE DEL MINISTERIO
En 1928, en Boise, Idaho, tuvo Kathryn su primera oportunidad de predicar. El equipo de trabajo en aquella epoca estaba integrado por: los Parrots, Kathryn Kuhlman, y la pianista Helen Gulliford. Después, Kathryn y Helen aceptaron la invitación del pastor de una iglesia pequeña de Boise, para permanecer y trabajar allí. Kathryn dirigía la predicación y Helen la música. Viajaron a través del Estado de Idaho y otras partes del país por los siguientes cinco años.

En 1933, Kathryn y Helen se trasladaron a la ciudad de Pueblo, Colorado, en donde celebraron reuniones en un almacén de Montgomery Ward por seis meses. Impulsada por este hombre de negocios, fue a Denver y comenzó a celebrar reuniones en otro almacén de él. Poco tiempo después se trasladó a la bodega de la Compañía “Monitor Paper”, y en 1935 se trasladaron a un garaje abandonado al cual llamaron “El Tabernáculo de Avivamiento de Denver”. Allí empezaron a crecer los diferentes programas del ministerio: la escuela dominical, la sociedad de damas y un programa de radio de quince minutos llamado “Sonriendo a pesar de…”, en la estación KVOD

Kathryn Kuhlman compartió su ministerio de predicación en Denver con muchos evangelistas visitantes, y fue a través de esas visitas que conoció al Evangelista Phil Kerr, quien entre otros temas predicaba sobre sanidad divina y cuya influencia llegó a ser, más adelante, muy significativa.

3. EL TIEMPO DIFICIL

En 1937, conoció al evangelista Burroughs A. Waltrip con quien contraería matrimonio algún tiempo después, con efectos devastadores para el ministerio porque Waltrip había dejado a su esposa e hijos en Texas, y recientemente su esposa había obtenido el divorcio. A pesar de los ruegos de los amigos Kuhlman y Waltrip se casaron en 1938, dando inicio a un período en el que ambos perdieron sus ministerios. Después de seis años de casados, Kathryn finalmente dejó a Waltrip en 1944, y en 1948 Waltrip se divorció de ella.

El primer lugar al que fue Kathryn Kuhlman después de su separación fue la ciudad de Franklin, Pennsylvania, donde trabajó arduamente para restablecer su ministerio de predicación.

4. EL MINISTERIO DE SANIDAD

El momento crucial vino en 1946 cuando fue invitada por Matthew J. Maloney, del Tabernáculo del Evangelio en la ciudad de Franklin, Pennsylvania para que volviera a conducir una serie de reuniones de predicación, y comenzó también a predicar en emisiones de radio de la estación WKRZ en la cercana ciudad de Oil City. A los pocos meses, su programa había sido incluido en el horario de WPGH, una estación radial de Pittsburgh. En 1948, Kuhlman comenzó a celebrar reuniones en ciudades vecinas, incluyendo Pittsburgh.

En la fase anterior de su ministerio, Kathryn era una evangelista cuya predicación se limitaba al mensaje

de salvación; pero ahora predicaba sobre sanidad, y llamaba a la gente al frente no solo para recibir a Cristo sino también para ser sanada. En 1947, Katrhyn Kuhlman predicó su primera serie sobre el Espíritu Santo. Durante la primera reunión una mujer fue sanada de un tumor mientras que escuchaba la predicación y más adelante también se sanó un hombre. Estos acontecimientos marcaron el principio de su ministerio de sanidad.


En 1943 se trasladó a Pittsburgh, inicialmente para una serie de seis semanas de predicación. Allí conoció a Maggie Hartner, quien más tarde llegaría a ser su secretaria y amiga cercana. Fue a través de la influencia de Maggie que, en 1948, Kathryn Kuhlman decidió celebrar una serie de reuniones en el teatro Carnegie Hall de Pittsburgh. Los servicios fueron muy exitosos y finalmente en 1950 el ministerio se movió a Pittsburgh, donde y allí continuó hasta 1971. A pesar de la buena prensa que recibió y del cariño que le prodigaron muchas personas de la ciudad, algunos pastores locales estaban celosos pensando que ella les quitaría miembros de sus congregaciones. Ella sobrevivió todos los ataques, incluyendo los debates con un Ministro que no creía en la validez de las sanidades y que consideraban impropio que una mujer fuera predicadora. (Kathryn Kuhlman fue ordenada en 1968 por la Alianza de Iglesias Evangélicas).

En 1965, impulsada por los Pastores Ralph y Elaine Wilkersson, Kathryn Kulhman amplió su ministerio a California, iniciando con una reunión en Pasadena. Poco después comenzó a celebrar reuniones en el Shrine Auditorium de la ciudad de Los Ángeles, en donde ministró hasta 1975.

En 1973, llevó a cabo su primer servicio en Ottawa, Canadá, por insistencia de Maudie Phillips, quién había viajado a Pittsburgh para los servicios de Katheryn desde principios de 1969. Desde 1973 Maudie coordinó los servicios de Kathryn Kuhlman en un gran número de ciudades alrededor de los Estados Unidos.

Los servicios de Kathryn Kuhlman se caracterizaban por:

• Cánticos de alabanza e himnos inspirados

• Un mensaje sobre la necesidad "de nacer de nuevo"

• El poder del Espíritu Santo fluyendo en unción de sanidad a través de todo el auditorio

• Personas que venían al frente a dar el testimonio de su sanidad durante el servicio

• Kathryn Kuhlman imponiendo mano sobre enfermos, que caían al piso bajo el poder de Dios

• Ella nunca se atribuía las sanidades sino que daba testimonio que solo Dios sana.

Ella fue una gran impulsora del movimiento carismático, era predicadora invitada a los eventos de los Hombres de Negocios del Evangelio Completo, conducía Convenciones Carismáticas en Melodyland, el mayor centro carismático de California, dirigido por el Pastor Ralph Wilkersson, y en todas partes animaba a las personas a que buscaran el bautismo del Espíritu Santo y hablaran en lenguas.
Adquirió celebridad debido a las asombrosas sanidades que ocurrían en sus servicios; a los programas de televisión que empezó a difundir desde 1965 en el CBS; a los artículos publicados en las revistas CHRISTIANITY TODAY y TIME; y a las entrevistas televisivas con Johnny Carson y Mike Douglas, entre otros.
Kathryn Kuhlman fue honrada en la 25a. celebración del aniversario de su trabajo en Pittsburgh; la universidad Oral Roberts le concedió un doctorado Honoris Causa en 1972; le dieron las llaves de las ciudades de Pittsburgh y St. Louis; fue nombrada miembro honorario en el capítulo de Nueva York de los Hombres de Negocios del Evangelio Completo; y causó un profundo impacto espiritual y de sanidad en la vida de miles de personas.

Los problemas de salud de Kathryn Kuhlman, relacionados con su corazón agrandado, fueron diagnosticados por primera vez en 1955, pero llegaron a ser más severos en los últimos años de su vida. Contribuyó a agravar esta dolencia, la tensión de un horario muy pesado, particularmente en los años 70, cuando su itinerario se amplió y dirigía servicios en Pittsburgh, Los Ángeles, y visitaba muchas otras ciudades también. Ella también continuó con su ministerio de la televisión, con las visitas a instituciones apoyadas por la Fundación Kuhlman, y además tuvo que afrontar un grave conflicto con dos ex – colaboradores en 1975
La salud de Kathryn Kuhlman declinó dramáticamente, la hospitalizaron primero en Tulsa durante el verano de 1975 y después en Los Ángeles al final de ese mismo año; murió el 20 de febrero de 1976 en Tulsa, después de una cirugía de corazón abierto. Aunque ella murió, su legado siguió viviendo a través de la Fundación Kuhlman mediante el apoyo a diferentes misioneros y obras cristianas, incluso hasta 1982 la Fundación continuó difundiendo sus programas de radio en los Estados Unidos; y hasta el día de hoy el ministerio de Kathryn Kuhlman sigue inspirando a muchos siervos de Dios en el mundo entero.


D. L. MOODY

El hombre más escuchado antes de la era electrónica.

Así se dice de este trascendente hombre de Dios nacido el 5 de febrero de 1837 en Nortfield (Massachusetts, EE.UU.).

D. L. Moody quedó huérfano de padre a los cuatro años y la familia de seis hermanos tuvo que enfrentarse a graves problemas financieron. A los siete años se vio obligado a ponerse a trabajar. A los 17 se trasladó a Boston donde consiguió trabajo como ayudante de zapatero.
Entonces comenzó a asistir a la Iglesia Congregacional Monte Vernon de la ciudad.

Por medio del maestro de Escuela Dominical, Edward Kimball, aceptó la salvación de su alma que se le ofrecía, aunque carecía de conocimientos respecto a las doctrinas cristianas e incluso de una definida experiencia, pese a que M. siempre consideró aquel momento el día de su conversión.
Ambicioso en su trabajo pasó a ser vendedor y representante de una firma de zapatos con lo que su posición económica mejoró notablemente. Trasladado a Chicago se hizo miembro de miembro de la Iglesia Congregacional Plymouth. Allí alquiló cuatro bancos que utilizaba para reunirse con sus compañeros de trabajo y gentes de la calle.

En 1858 comenzó su obra en los barrios bajos dedicándose a las Escuelas Dominicales. La respuesta de los jóvenes le animó mucho. Para entonces estaba resuelto a servir a Dios en aquella actividad, lo que hizo al cabo de dos años.
Durante la guerra civil americana no participó en ella por motivos de conciencia pero sirvió como evangelista y toda obra social y humanitaria que pudo. En 1863 estableció en Chicago una Iglesia de carácter interdenominacional. Fue nombrado Presidente de la Asociación de Jóvenes Cristianos (YMCA) en 1866. En una convención de Escuelas Dominicales conoció a Ira D. Sankey (v.), con quien permanecerá asociado durante el resto de su vida.
En 1871 su Iglesia quedó destruida por el famoso incendio de Chicago. Entonces, utilizando las conexiones de YMCA con el Reino Unido, decidió ir con Sankey en gira evangelística. Durante dos años predicó a numerosas congregaciones (1873-75) en Escocia, Irlanda e Inglaterra.

Como consecuencia miles fueron convertidos y otros desafiados a dedicar sus vidas a la evangelización, como H. Drummond (v.). Contribuyó a la fundación del Bible Training Institute de Glasgow, para la formación de obreros cristianos, que continua siendo en la actualidad un prestigioso Seminario. A su vez Moody recibió el gran desafío y lema de su vida: “El mundo todavía no ha visto lo que Dios puede hacer por medio de un hombre totalmente consagrado”, que escuchó de labios de Henry Varley (1835-1912) durante una Conferencia en Dublín (Irlanda).

De regreso a América como un famoso predicador de avivamientos, conoció el éxito en Brooklyn, Filadelfia, Nueva York, Chicago y Boston. En 1881 regresó a Gran Bretaña donde permaneció hasta 1884. Una vez más grandes multitudes asistían a sus predicaciones. Lo mismo ocurría en Canadá y en todas partes.

Preocupado por la educación de los niños, en 1879 estableció el Seminario Northfield para niñas, y la Escuela Monte Herman para niños en 1881. En 1886 comenzó el mundialmente famoso Instituto Bíblico Moody de Chicago (EE.UU.), originalmente denominado Chicago Evangelization Society. Su lema: “La evangelización del mundo en esta generación”.

En 1880 dio lugar a las Conferencias anuales Northfield que dieron lugar al Movimiento de Estudiantes Voluntarios, dedicado a las misiones extranjeras. Fundó la Asociación de Colportorado (1895) para proveer literatura cristiana a bajos precios. Son célebres sus anécdotas y comentarios traducidos a los principales idiomas del mundo.

Nunca fue ordenado en el ministerio de ninguna iglesia, sin embargo fue el evangelista que a más gente predicó en su época. Murió en diciembre de 1899 en medio de una campaña evangelística, que estaba teniendo lugar en Kansas. “¿Y esto es morir? Pues es la misma bienaventuranza. La tierra retrocede; se abre el cielo; Dios me llama. Debo irme”, fueron sus últimas palabras.


JAMES DUNN



James Dunn fue otro evangelista poderosamente ungido de la mitad del último siglo. Fue reportado que tenía una unción de un poder similar al famoso William Branham. Dunn estaba buscando desesperadamente más de Dios y de Sus dones por algún tiempo, cuando el Espíritu Santo le dijo que orara por SER LLENO DE JESÚS, y entonces también recibiría los dones. Jesús le dijo: "No ores por los dones. Ora para que seas más como Yo."

"Yo pastoreaba la Iglesia de Santidad Pentecostal por dos años antes de que me llegase este ministerio. Yo había ayunado y orado, y había hecho recordar a Dios. Yo creo que Dios desea que le hagamos recordar las promesas que El nos hizo, para llamar Su atención a ellas. Así estuve haciendo recordar a Dios que cuando yo tenía un empleo en una posición respetada del gobierno, nosotros dábamos a nuestros hombres las mejores herramientas del mundo para su trabajo, para que pudiesen hacer su trabajo bien.. Le dije a Dios que si nosotros como meros humanos podíamos dar buenas herramientas a nuestros trabajadores, cuánto más podía El darnos mejores herramientas para trabajar para el Reino de Cristo. Yo seguía orando de esta manera, y mendigando ante Dios por los dones. ¡Imagínate! empecé a llorar, las lágrimas corrieron por mis mejillas. Yo ayunaba hasta que los predicadores en Princeton comentaron que mi ropa colgaba de mi cuerpo como un costal, porque yo había perdido tanto peso. Ellos pensaban que era la ropa de otra persona. No sé cuantas libras perdí, pero era bastante."

"Un día estaba orando así, llorando a solas ante Dios. Le pedí una vez más que me diera los dones del Espíritu. Una voz me habló y dijo: 'Un momento, por favor.' Me detuve, y la voz volvió a hablar, y dijo: 'NO PIDAS LOS DONES DEL ESPÍRITU, PIDE SER MÁS COMO YO.' Yo dije: ¿Por qué, Jesús, nunca antes pensé de esta manera, qué quieres decir con orar para que sea más como tú? Y la voz me dijo: 'LOS DONES DEL ESPÍRITU OBRARÁN EN TU VIDA SI ERES LLENO DE JESÚS.' Así que empecé a orar por ser exactamente como Jesús."

"Poco después de esto, mi esposa vio una bola dorada flotando por la sala, y flotó dentro de la puerta, y justo cuando ella me despertó, desapareció. Poco después, una noche que estaba orando, mi esposa estaba durmiendo, era alrededor de las once de la noche, yo dije: 'Dios, ¡estoy dispuesto a morir si fuera necesario, por tener un mejor ministerio de Jesucristo! ¡No soy capaz de hacer el trabajo apropiadamente!'" (W.V.Grant, "Dones del Espíritu en el hogar", p.24-25: "Experiencia del Rev.James Dunn de Princeton, West Virginia").


"Entones una noche cuando yo estaba en la cama y mi esposa estaba durmiendo, algo sucedió. Yo estaba meditando acerca de la gloria y la gracia de Dios, y acerca de las cosas que yo necesitaba de El, y repentinamente la gran presencia de Dios empezó a inundar la habitación. El vino de una manera tan sobrenatural que la habitación estaba llena de Su gloria. Sentí una gran éxtasis y gloria que saturaba mi cuerpo, mente y alma. Empecé a tener miedo, porque cuando llegas tan cerca a Dios, algo sucede contigo. Empecé a retroceder ante este poder maravilloso, y cuando hice esto, se fue. Entonces me di cuenta de que había cometido un error al retroceder. Los siguientes días empecé a orar como nunca había orado. Tres o cuatro noches más tarde yo estaba nuevamente en la cama meditando y alabando al Señor, y pidiendo Su ayuda y Su poder en mi vida. Y de repente este sentimiento maravilloso volvió a entrar a la habitación."

"Todo el ambiente se alumbró. Parecía que ya no había espacio para mí, porque Dios llenaba el lugar completamente. Mientras estaba echado allí, perdí todo movimiento de mi cuerpo con excepción de los ojos. La gran fuerza de Dios vino sobre mí, y sentí el sentimiento más extraño y más maravilloso. Desde la punta de mis dedos empezó a moverse en mis manos y subir por mis brazos. Me sentí como si estuviera agarrando 220 voltios en cada mano, y esto empezó a moverse por todo mi cuerpo. Allí mismo en aquella habitación, mientras esto sucedía, el viejo yo salió, y el nuevo yo entró."

"Desde aquella noche, mi vida fue diferente. Muchos comentaron cuan completamente mi ministerio había cambiado. Yo tenía un mensaje positivo - un mensaje con fuego dentro. Dios me habló y me dijo que si yo iba a predicar el mensaje de la liberación, El iba a sanar a los enfermos. El me iba a dar el poder de expulsar a los diablos. Mientras escuché esta COMISIÓN del Señor, Su poder se movió a través de mí, y accidentalmente mi brazo tocó el cuerpo de mi esposa, y esto la hizo saltar de la cama. Esta noche, Dios empezó a hacer cosas. El me reveló la condición y las enfermedades de la gente por el poderoso Espíritu de discernimiento. Descubrí que fui una persona diferente. Dios me mostró cosas que yo pensaba que eran imposibles para alguien ver o comprenderlas. El me mostraba a las personas que sufrían, la enfermedad que tenían, y me dirigía hacia ellos. Después de orar por ellos, fueron sanados de toda enfermedad."

"Ahora este período particular fueron las tres veces que me aparecieron ángeles para hacer la voluntad del Señor. Cuando estuve en un avivamiento, después de haber ido al campo evangelístico, después de mi llamado a este tipo particular de ministerio... fui levantado por el Señor a un lugar alto, y miré sobre un maravilloso mar de agua azul. Vi en la distancia a dos águilas grandes volando hacia mí, y mientras se acercaban, me maravillé de su tamaño. Por fin llegaron cerca, y volaban tan rápido que dije: No pensé que algo podía volar tan rápido. Estos no son águilas; son ángeles de Dios. Se acercaron y empezaron a lanzarse abajo como dos aviones grandes, el uno detrás del otro. Simplemente doblaron sus alas y se lanzaron abajo, abajo hacia este mar azul. Oh, fue la cosa más hermosa que jamás he visto. Bucearon en el mar para coger peces. Una voz me habló y me dijo que estos eran los ángeles que iban a ir conmigo por el mundo, por todas partes del mundo, para juntar a los peces (o juntar a los hombres), que él iba a hacer de mí un pescador de hombres, y los ángeles me iban a ayudar; me iban a proteger y alejar al maligno de mí; me iban a ayudar a ganar las almas de los hombres para el Reino de Jesucristo. Muchas veces en nuestras reuniones por toda la nación, la gente ha visto a estos ángeles a mi lado." ("James Dunn, Ministerio del don de señales", por W.V.Grant).

James Dunn fue uno de aquellos hombres de Dios (un poco diferente de Smith Wigglesworth) que creía en la necesidad absoluta de AYUNAR con regularidad para seguir siendo eficaz en su ministerio: "El ayuno mantiene al espíritu fuerte, y le da el control sobre el cuerpo. Cuando alguien ayuna y entra en dolores de parto ante Dios, su espíritu se fortalece y entra en armonía con Dios. Así encuentro que el ayuno me da mayor poder para orar con la gente, o por las enfermedades de la gente. Me da mayor poder con Dios para predicar la palabra, y los avivamientos son un éxito más grande. Siento que si alguien alguna vez deja el ayuno, empieza a perder en su ministerio y en su vida para Dios. 'Cuando eres débil, entonces eres fuerte.' Esta es una vida apartada. Dios me mostró al mismo inicio de este ministerio que es una vida apartada, y que yo tenía que pasar muchas horas ayunando, orando, meditando, y permaneciendo ante el Señor." ("James Dunn, Ministerio del don de señales", por W.V.Grant). 
MARIA B. WOODWORTH – ETTER


1. LOS DOLOROSOS COMIENZOS

María nació el 22 de Julio de 1844 in New Lisbon, Ohio. Fue la cuarta hija de unos granjeros, Samuel y Matilda Underwood, y de niña padeció la angustia de tener un padre alcohólico y un hogar sin Cristo.

Cuando María tenía diez años de edad, su padre se convirtió, y empezó a asistir a la Iglesia y a orar por su familia. A los trece años de edad María fue a la Iglesia y se conmovió cuando escuchó el mensaje de salvación. Desde ese entonces, ella escuchó el llamado de Dios para servir como predicadora del mensaje de salvación, pero se convenció a sí misma que esto no podía ser, a menos que se convirtiera en la esposa de un misionero, porque en esa época las mujeres solas no podían predicar y ni siquiera podían votar. Hoy sabemos que ese fue su primer gran error, porque Dios siempre pasará por encima de todas las circunstancias para cumplir Su propósito en aquellos a quienes Él mismo ha llamado.
María no pudo continuar sus estudios porque su padre murió y ella tuvo que trabajar para aportar al sostenimiento de la familia, y en medio de su tribulación conoció al joven soldado John Woodworth, quien regresaba de la guerra civil norteamericana. Aún sin ser cristiano, María se casó con él y trabajaron juntos en la granja en medio de penurias y dificultades. Tuvo seis hijos y murieron cinco de ellos, lo cual trajo mucho dolor a su vida. Solamente sobrevivió su hija Lizzie.
En medio de esta vida, Maria recordaba su llamado a servir al Señor y cada vez lo veía más lejos de la realidad, como un sueño imposible de cumplir, porque su esposo se resistía y rechazaba lo relacionado con el llamado de ella y vivía muy amargado. También tenía oposición en la Iglesia en que se congregaba, porque allí no aceptaban mujeres en el púlpito.
A pesar de la vida miserable que estaba viviendo, en la que nada de lo que hacía prosperaba, María nunca renegó de Dios, ni levantó su voz contra el Altísimo, sino que empezó a estudiar con hambre y sed la Palabra de Dios, y descubrió que el Señor sí usa a las mujeres en Su obra. Especialmente se sintió impactada por la profecía de Joel, Capítulo 2, al ver que Dios usará tanto a hombres como mujeres, a jóvenes, a niños y también a los ancianos.

2. EL MINISTERIO

María se dio cuenta que ya no podía seguir inventando excusas para huir del llamado de Dios. Empezó a tener visiones y a sentir dolor por las almas que se perdían en el Infierno. Ella decía que en cada visión que Dios le daba, aprendía tanto de la Biblia como si hubiera pasado muchos años de enseñanza en el Seminario Bíblico.
Dios le dio visiones en las que Jesús le decía: “Ve y yo iré contigo”. También le prometió en una visión que cuando ella predicara, las personas caerían. Todo esto la llevó a rendirse finalmente ante el llamado de Dios y le pidió que la ungiera con el Espíritu Santo. Este fue el punto decisivo para iniciar su ministerio.

Cuando ella le pidió a Dios el bautismo del Espíritu Santo inmediatamente lo recibió como “fuego líquido”, según sus propias palabras, y ese fuego siempre la acompañó por el resto de su vida.

La primera reunión evangelística que dirigió fue en su propia casa, con sus familiares, y desde ese momento se hizo evidente el poder de Dios sobre su vida a través de las señales y prodigios que fueron siempre las marcas de su ministerio. Luego, empezó a predicar más allá de su propia comunidad, empezó a hacer Campañas Evangelísticas y los Pastores de muchos lugares la invitaban porque querían que la predicación de ella avivara sus Iglesias.
Dios le prometió que cuando ella abriera su boca para predicar, Él la llenaría con Sus palabras. Esta promesa se cumplió literalmente: en sus reuniones muchas personas no podían soportar el poder del Espíritu Santo y la convicción de pecado y salían corriendo, gritando, porque querían recibir a Cristo en sus corazones. Ella disfrutaba de una profunda comunión con Dios, y esa vida de intensa oración se reflejaba en sus servicios.
El ministerio de María Woodworth creció aceleradamente, miles de personas venían a sus Campañas Evangelísticas y cada vez crecía más la unción. Empezaron a suceder increíbles sanidades en su ministerio; la gente caía al piso bajo el poder de Dios: María quedaba quieta por varias horas mientras tenía poderosas visiones de Dios; a veces se sacudía, temblaba y rodaba por el piso, como resultado de la fuerza incontenible del poder de Dios que se manifestaba sobre ella. Hablaba en lenguas, algo que no se veía en su generación, y ministraba a sus oyentes el Bautismo del Espíritu Santo, dieciocho años antes del inicio del Movimiento Pentecostal. Por todo esto, a Maria Woodworth se le conoce como la “Precursora del Movimiento Pentecostal”.

Muchas personas eran salvas en sus reuniones, inclusive líderes y ministros de las diferentes Iglesias; otras personas eran sanadas milagrosamente; otras caían como muertas al suelo y allí duraban horas; algunas personas tenían visiones que transformaban para siempre sus vidas y sus familias.

3. VENCIENDO LA OPOSICIÓN
Debido al gran impacto de su ministerio, y a las manifestaciones emocionales que se veían en sus cultos, muchos detractores empezaron a ridiculizarla, pero ella no se defendía sino que continuaba con más fuerza haciendo lo que Dios la había llamado a hacer. En su concepto, las manifestaciones del Espíritu Santo no eran nada nuevo, sino algo que la Iglesia de Jesucristo había perdido durante mucho tiempo. Y respecto de los detractores decía: “Cuando las personas no comprenden, persiguen”. Como resultado de la persecución, su ministerio creció mucho más. Llegó a predicar en reuniones de más de 25.000 personas y ¡SIN MICROFONO! .

Pero el enemigo siguió atacando y golpeó con fuerza en su propio hogar: su marido le era infiel y eso salió a la luz pública durante una Cruzada que María realizaba en Oakland, California. Ella decidió abandonarlo y se divorciaron en Enero de 1891; un año después él se casó de nuevo y comenzó a calumniar publicamente el ministerio de esta sierva de Dios, pero casi inmediatamente murió de fiebre tifoidea (en junio de 1892). Una gran muestra del carácter verdaderamente cristiano de Maria Woodworth se evidencia en el hecho que, a pesar de la tormentosa relación con su ex – esposo, ella asistió al funeral y oró en el servicio.

Otro hecho que fue muy controvertido en su ministerio fue cuando en 1890, profetizó que la Costa Oeste de los Estados Unidos sería destruida por una gran catástrofe. Muchos Pastores y Ministros estaban a favor de ella y otros en contra. Los periódicos sensacionalistas publicaban todos los días diferentes versiones y muchas mentiras, lo cual instigó a personas violentas que eran miembros de pandillas y empezaron a atacar sus servicios de milagros en Oakland. Sin embargo, a pesar de toda la burla y el rechazo, su palabra profética se cumplió en 1906 cuando la ciudad de San Francisco sufrió el más grande y terrible terremoto que ha afectado la Costa Oeste en toda su historia.

4. TIEMPOS DE REFRIGERIO

Diez años después de su divorcio, conoció a quien se convertiría en su esposo, Samuel Etter, un cristiano fiel, lleno del Espíritu Santo, con quien se casó en 1902. Con este hombre de Dios, Maria disfrutó la felicidad de un matrimonio cristiano, recibiendo de él todo el apoyo que necesitaba para el ministerio y el amor y cuidado que nunca había tenido. Samuel Etter murió doce años después de su matrimonio.

Después de cuarenta y cinco años de ministerio predicando en Campañas itinerantes por todos los Estados Unidos, Dios le dijo que abriera una sede permanente en Indianapolis y ella construyó el templo, que fue llamado Tabernáculo, al lado de su casa. Este templofue inaugurado en mayo de 1918 y en él ministraría Maria Woodworth los últimos seis años de su vida.

En sus últimos días la llevaban de su casa al Tabernáculo, sentada en una gran silla de madera. Ella oraba e imponía las manos sobre los enfermos y éstos se sanaban. Algunos sanaban con su sola presencia. Ella decía que predicaría hasta el final de sus días porque “Es mejor gastarse por Jesús que herrumbrarse”.

A mediados de 1924 murió su hija Lizzie y, a pesar del dolor y de su salud deteriorada, María dirigió el funeral. Con este triste episodio, María Woodworth terminó de enterrar a toda su familia y poco tiempo después, cuando ya había cumplido ochenta años, ella misma partió con el Señor a su hogar en el cielo.

Hoy es considerada por muchos cristianos como la más grande mujer Evangelista en la historia de la Iglesia.


Benny Hinn


Es un hombre reconocido por millones de personas como uno de los grandes evangelistas sanadores de nuestro tiempo. Muchos de los que han asistido a sus cruzadas, han escuchado sus programas de televisión diarios o le han visto en programas como Larry King Live se han preguntado: "¿Quién es este hombre? ¿Cómo ha alcanzado tal prominencia?" Usted viajará Israel, y sabrá de los acontecimientos que transformaron la vida de Benedictus, el hijo mayor de una familia de tradición griega y armenia con ocho hijos. Y leerá de los conflictos que surgieron en la familia Hinn cuando, después que la emigraron a Canadá, Benny tuvo una experiencia espiritual transformadora. La jornada desde una pequeña iglesia en Ontario, Canadá, a los más grandes estadios del mundo está llena de amor, risas y lagrimas. Es también una historia de milagros.

José Joaquín Ávila (Yiye Ávila)

Nace en Puerto Rico en la pequeña ciudad de Camuy en el año 1925. Fue hijo único de Herminia Portalatín y Pablo Ávila.
Yiye Ávila tuvo una educación sólida ya que sus padres eran ejemplo de admiración ejerciendo ambos la profesión de maestros.
Comienza sus estudios en la Escuela de Camuy, ubicada en el barrio Cienaga hasta su sexto grado y termina su duodécimo grado en el año 1942.

Luego se destaca como Estudiante ejemplar en la Universidad InterAmericana en San Germán, graduándose como maestro de Biología en 1946. Comenzó su carrera Magisterial en su pueblo natal en la Escuela Superior Pública de Camuy y se destacó como Maestro de Ciencias (Biología y Química) y como un prominente deportista, desempeñandose como Pelotero de la Clase AA por el espacio de 15 años. También practicó fisicoculturismo, en 1952 obtiene el premio de Mr. Puerto Rico, luego el título de Mr. Norte América en 1954.

Preparándose para las Olimpiadas de Norte América se enferma gravemente de una terrible Artritis Reumática del tipo Crónico, la que ponía fin a su carrera. Un día, sintonizando la TV, un predicador norteamericano orald Roberts, predicó el mensaje de Jesucristo y Yiye Ávila le entrega su vida al Señor y quedó sano.

En el año 1967 recibió el llamado de Dios y abandono su profesión como Maestro, la que había ejercido durante 21 años, dedicándose de tiempo completo al Evangelismo y a vivir por la fe.
Luego hizo largos períodos de ayuno (7, 4, 21 hasta 41 días). Fue cuando Dios levanta un templo en el año 1972 llamado "Escuadrón Relámpago Cristo Viene", instalado en el sótano de su casa, donde se encontraba un antiguo gimnasio. Más adelante Yiye viaja a predicar a distintos lugares como: España, Estados Unidos y toda la Hispanoamérica, donde mucha gente se sanó y se convirtió a Dios. Entonces se construye el edificio Cristo Viene en Camuy, Puerto Rico, ya que el lugar del Escruadrón Relámpago Cristo Viene se hacia pequeño.

En 1988 funda la cadena de TV llamada "La Cadena del Milagro", la cual tiene una cobertura de 5 canales y cubre todo Puerto Rico y el Caribe. El más grande anhelo que tiene Yiye Ávila es seguir trayendo las almas para su Señor y estar cara a cara con su Salvador. Por este esfuerzo continuo de servir por más de 35 años al Señor predicando su Palabra.
Ent. ¿Quiénes componen su familia?

Y.A. Actualmente mi familia es mi esposa, tres nietos y yo. Mis padres ya están con el Señor allá arriba.

Ent. ¿Cuántas hijas tiene?

Y.A. Tengo 3 hijas. Noemí, quien predica el evangelio hace años y ha ganado miles y miles de almas para el Señor. La otra está firme en el Señor con su esposo en una de las iglesias en Puerto Rico; e Ilia está en el cielo.
Ent. ¿A qué edad partió su madre a la presencia del Señor?
Y.A. Mi madre partió a la presencia del Señor a los 95 años; después de 40 años de servir a Dios sin manchas ni arrugas.

Ent. ¿Cuándo y dónde nace Yiye Ávila?

Y.A. Yo nací en el año 1925, en la ciudad de Camuy, Puerto Rico.

Ent. ¿Una ciudad portuaria?

Y.A. Camuy es un pueblo que está muy cerca del mar, allí nací y allí vivimos aún.

Ent. ¿Dónde desarrolló sus estudios y actividades laborales?
Y.A. Yo estudié en la Universidad y me gradué con Especialidad en Ciencias; se suponía que iba a estudiar medicina, pero cuando yo me gradué con mi pre-médica, me di cuenta que me gustaba mucho el deporte. Yo jugaba Béisbol en todas las facultades y como yo estaba especializado en ciencias, me tomaron como profesor de Química y Biología; ahí trabajé durante 21 años, pero tenía el tiempo libre para participar en el deporte.
Ent. ¿Usted predicaba en la Universidad?
Y.A. Yo estuve 14 años de maestro como inconverso y 7 años convertido. Les hablaba a los estudiantes continuamente y cuando salíamos a las 11 de la mañana (que después se entraba hasta las 1 de la tarde), me los llevaba para casa, como a 40 muchachos y allí les enseñaba la Palabra, les daba estudios y muchos estudiantes se convirtieron al Señor.

Ent. ¿Hizo Milagros el Señor entre aquellos jóvenes también?

Y.A. Hubo muchos milagros entre ellos. Mal de la vista que estaban todo el tiempo, con sus lentes; y como orábamos en todos los cultos, Dios los sanaba. Después llegaban a la escuela a enseñarles a los maestros: “mire ahora veo la pizarra clarita sin lentes”, la Obra de Dios es así, Maravillosa.
Ent. ¿Usted también fue un gran deportista?

Y.A. Yo estuve en el deporte toda mi vida, especialmente en el Béisbol; donde jugué clase A y Doble A por 15 años. Luego cuando no estaba la temporada de Béisbol me dedicaba al levantamiento de pesas y a la fisicultura. Ahí yo competí año tras año, fui Campeón de Levantamiento de Pesas en Puerto Rico y luego en fisicultura gané el Titulo de Mister Puerto Rico y uno de Mister Norteamérica en una competencia en los EE.UU.
Ent. Usted llevaba una vida de fama y dinero, era muy conocido, pero contrae Artritis Crónica ¿Dios lo permite para que le conozca?

Y.A. Yo asumo que es así, porque de otra manera yo no me hubiera convertido nunca. Yo estaba tan interesado en el deporte, eso para mi llenaba mi vida; no puedo decir como otros que no tenía gozo; yo estaba contento y feliz; pero cuando me agarró la Artritis yo ya no pude competir en nada, entonces entendí que lo que tenía antes no valía gran cosa, entonces empecé a buscar a Dios. Yo había estudiado en una Universidad Evangélica y me acordaba que la Biblia era el libro de Dios, porque tuve que pasar un curso de Nuevo y Antiguo Testamento para graduarme y, entonces yo empecé a leer la Biblia de nuevo y a buscar a Dios y cuando ya tuve la fe de clamar que si me sanaba yo le servía, Dios me sanó completamente y ahí comencé a dar testimonio del Señor.
Ent. ¿Cómo fue su encuentro con Jesucristo?
Y.A. Yo me salvé en un programa del hmno. Oral Roberts, que es un Evangelista americano muy usado, él tiene como 85 años y aún sigue predicando. En este programa él dio una orden y dijo: “Acepte a Cristo como Salvador, lea la Biblia, vaya a la iglesia, y yo fui y apague la televisión y en una esquina me arrodillé y acepté al Señor.
Ent. ¿Cuándo siente el llamado al Ministerio?

Y.A. Hace 42 años que estoy laborando en la Viña del Señor, pero cuando tenía 35 años de edad, fue que yo sentí la necesidad de buscar a Dios (por la Artritis especialmente), inmediatamente yo me convertí, Dios me sanó y comencé a predicar enseguida.

Ent. ¿Qué significa para usted haber ayunado 41 días?
Y.A. Yo oraba y ayunaba por los enfermos y mucha gente se sanaba; pero el ayuno vino por un problema muy personal que yo tenía en esos días. Le dije al Señor: “yo no voy a entregar este ayuno hasta que tú no me resuelvas este problema”; y ahí empecé en ese ayuno y pasaron los días y los días y Dios ni me arreglaba el problema ni me hablaba si quiera; pero cuando yo llevaba más de 20 días en ayuno, entonces el Señor se me reveló y me dijo: “El problema está en mis manos, puedes entregar el ayuno que ya yo voy a resolver todo ese problema que tu tienes”. Ya llevaba 33 días y entonces yo le dije: “Bueno Señor, yo he estado 33 días en ayuno sin siquiera comerme un grano de arroz por este problema que ya esta resuelto, ahora yo quiero que tu me permitas 8 días más, por las almas perdidas, para que por lo menos tenga algún fruto del ayuno”; y sentí la aprobación de Dios y ahí hice 8 días más.

Después de ese ayuno el Ministerio se agigantó y apenas prediqué la Primera Campaña se convirtieron alrededor de 2.000 personas; y así hemos seguido creciendo hasta ahora.
Ent. ¿Cuándo nace el Ministerio Cristo Viene?

Y.A. Bueno no hay una fecha oficial, el Ministerio comenzó apenas me convertí y empecé a dar testimonio y llegó un momento en que comencé a predicar oficialmente, he iba por todas partes teniendo campañas días tras día y mes tras mes hasta ahora que estamos en las mismas.

Evangelist Reinhard Bonnke

El evangelista Reinhard Bonnke es conocido mayormente por las Campañas Evangelísticas que realiza a través de todo el continente africano.

El hijo de un pastor, Reinhard entregó su vida al Señor a la edad de nueve años y escuchó el llamado a predicar en África antes de llegar a la adolescencia. Luego de haber finalizado sus estudios en una escuela bíblica en Wales y de haber pastoreado en Alemania por espacio de siete años, Bonnke empezó su obra en el continente africano.

Su ministerio comenzó celebrando servicios en una carpa que acomodaba 800 personas. A medida que la asistencia aumentaba, Bonnke tuvo que comprar una carpa más grande. Finalmente, en 1984 el evangelista ordenó la construcción de la estructura movible más grande del mundo – una carpa capaz de acomodar 34,000 personas. Aún así, la asistencia a los servicios sobrepasó rápidamente la capacidad máxima de la carpa.

Reinhard Bonnke es el fundador del ministerio internacional “Christ for all Nations (CfaN)”. Actualmente, las oficinas del ministerio se encuentran localizadas en África, Alemania, Reino Unido, Canadá, Singapur, y Estados Unidos.

Durante los últimos cinco años de la pasada década, el evangelista Reinhard Bonnke realizó 63 Campañas Evangelísticas de gran importancia a través del mundo entero y ministró a más de 27 millones de personas. Como resultado de estas campañas, alrededor de 10,160,500 personas aceptaron a Cristo y fueron integradas a las iglesias locales. ¡Desde el 2000, Reinhard Bonnke le ha predicado a 50 millones de personas y CfaN ha documentado 34 millones de decisiones de personas que han aceptado a Cristo!

En adición, a Reinhard Bonnke se le conoce por las “Conferencias de Fuego” que realiza en muchos países alrededor del mundo. El propósito de estas conferencias es preparar a los líderes y a los obreros de las iglesias para la evangelización. Las conferencias han tenido un impacto grandioso y han inspirado a muchos líderes a obtener mayores resultados tanto en el evangelismo como en sus propios ministerios.

Los Pastores Ricardo y María PatriciaRodríguez (Bogota Colombia)


Son los fundadores del Centro de Avivamiento Para Las Naciones, una de las iglesias de más rápido crecimiento en Latinoamérica y el mundo.

La iglesia se inicio en 1990 y en nuestros días, Dios ha bendecido el ministerio con decenas de miles de personas y se ha establecido como un Centro Mundial de Avivamiento, al punto de ser considerada por algunos, la iglesia más grande de América Latina. Cientos de pastores del mundo entero asisten semanalmente para recibir una unción fresca de avivamiento para sus países; también miles de personas entregan sus vidas a Cristo y cientos de sanidades y milagros ocurren bajo el mover glorioso del Espíritu Santo.

En 1998 los pastores Rodríguez fueron anfitriones del ministerio del pastor Benny Hinn en sus dos visitas a Colombia, así como de ministerios tan importantes como los del Dr. Morris Cerullo, Ralph Wilkerson (Melody Land), y otros que han visitado nuestra congregación en los últimos años.

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos

Esto lo hemos comprobado cada fin de semana en el Centro de Avivamiento para las Naciones y en cada reunión donde los pastores Ricardo y Ma, Patricia Rodríguez son invitados a predicar, los milagros literalmente “caen” del cielo y las personas son tocadas de forma tan poderosa que son derribadas por el poder de Dios por todo el auditorio y se levantan ¡completamente sanas!. Es tremendo ver como cientos de personas colman las filas de testimonios en todas las reuniones contándole al mundo de la desaparición de cánceres, tumores hernias, Sida y toda clase de enfermedades.

Un Avivamiento continuo en todo momento en todo lugar

Pastores de toda Colombia y de muchos países del mundo como, Chile, Perú, Venezuela, Panamá, Estados Unidos, Inglaterra, Corea entre otros, han experimentado una de las olas poderosas del Espíritu Santo durante las reuniones los “Viernes de Milagros” renovando la unción y ampliando la visión para sus ministerios; esto hace creer sin lugar a dudas que estamos en la hora mas grande para Latinoamérica. En estas noches los Pastores Ricardo y María Patricia Rodríguez ministran y comparten con sencillez las claves y secretos de su avivamiento, dejado una profunda reflexión y desafiado a los siervos de Dios que allí se reúnen a entrar en ese río de avivamiento. Es por eso que la Presencia del Espíritu Santo es nuestro mayor tesoro porque el es quien toca profundamente los corazones de los pastores transformando sus vidas y ministerios.

Bogotá, una ciudad que está experimentando cielos abiertos, donde literalmente la gloria Shekinah desciende sobre cada uno de los servicios del Centro de Avivamiento para las Naciones. Esta gloria es multiplicada en los Congresos, transformando, renovando, impartiendo visión y trayendo una UNCIÓN PROFÉTICA tan fuerte que quebranta los yugos de siglos para entregar pueblos en el río de este Avivamiento.
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Querido amigo(a):


Desde el momento en que usted recibió al Señor Jesús como su Salvador, ha estado en el camino angosto que lleva al cielo. En este camino, usted y yo encontraremos a muchos otros cristianos que también van camino al cielo.



Es maravilloso tener a Jesús como nuestro Salvador, pero también debemos reconocer que el camino al cielo no siempre es fácil. ¿Por qué? Porque tenemos muchos enemigos.



La Biblia nos dice de tres grandes enemigos del cristiano—(1) el mundo,

(2) la carne y (3) el diablo.

¿Qué hacen estos enemigos? Intentan hacernos pecar. Pero Dios ha hecho posible la victoria. En esta lección vamos a aprender cómo podemos vencer a estos tres enemigos.



La Biblia usa la palabra “mundo” de varias maneras. Algunas veces se refiere a la tierra que Dios ha creado. Otras veces se refiere a la gente que está en el mundo, como en Juan 3:16 donde la Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo”.

Un tercer significado se encuentra en 1 Juan 2:15 donde la Biblia dice: “No améis al mundo”. ¿A qué se refiere aquí la palabra “mundo”? Se refiere a las cosas atractivas del mundo que Satanás utiliza para alejarnos de Dios.
Dios desea que le amemos con todo nuestro corazón. Satanás no quiere que amemos a Dios, así que utiliza las cosas atractivas del mundo para alejarnos de Dios y de Su voluntad.



¿Cuáles son algunas de las cosas que utiliza Satanás para alejarnos de Dios? Puede utilizar la televisión, algunas películas, cierta clase de música o alguna otra cosa que nos agrada.

Algunas de estas cosas quizás no sean malas en sí mismas, pero si empiezan a tomar el primer lugar en nuestra vida, llegan a ser pecado para nosotros. Si nos hacen pasar menos tiempo en oración y en la lectura de la Palabra de Dios, o por causa de ellas no asistimos a la iglesia el día domingo, entonces son pecado para nosotros. La Biblia dice:
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15).

La Biblia dice en Gálatas 1:4 que Cristo “se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo”. Dios desea que venzamos al mundo y sus atracciones pecaminosas.

¿Cómo podemos vencer “al mundo”? Vencemos al mundo al amar al Señor Jesús con todo nuestro corazón. El mundo tiene muchas cosas atractivas y placeres pecaminosos, pero realmente no satisfacen nuestros corazones. Sólo Cristo puede hacer eso.

¿Desea usted amar más a Cristo? Entonces piense en Su gran amor por usted. Al pensar en cuánto Él le ama y cómo sufrió y murió por sus pecados, usted le amará más y más. Y si verdaderamente ama al Señor Jesús, amará las cosas de Dios y no las cosas del mundo. La Biblia dice:

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:2).




El segundo gran enemigo del cristiano es la carne. ¿Qué es la carne? La carne es nuestra naturaleza humana pecaminosa. Otro nombre para la carne es el “Yo”. El “Yo” es lo que somos.

Para saber cómo somos en realidad, veamos cómo es el “Yo”.

El “Yo” es muy orgulloso. También el “Yo” cree que es la persona más importante del mundo. Al “Yo” le agrada que todos lo respeten.

El “Yo” es completamente egoísta. El “Yo” vive para agradarse a sí mismo. Siempre desea que las cosas salgan a su manera—no le gusta obedecer a nadie.

El “Yo” nunca quiere reconocer que está equivocado. Siempre trata de echarle la culpa a otros.

El “Yo” se ofende fácilmente. No le gusta perdonar a otros, sino guardar rencor. Dios nos dice que debemos perdonar a otros, pero el “Yo” nunca quiere obedecer a Dios.

Quizás no le guste reconocerlo, pero ésta es la manera en que usted y yo somos en realidad. El “Yo” ha estado en el trono de nuestro corazón.



Cuando recibimos a Jesús, Él viene a vivir en nuestro corazón. Esto es hermoso, pero aún hay un problema. ¡El problema es que el “Yo” no se fue! El “Yo” sigue viviendo en nuestro corazón. Quizás usted ya haya notado que, aunque tiene a Cristo en su corazón, sigue haciendo cosas que no debe hacer. La razón es que el “Yo” sigue en el trono de su corazón.

Cuando el “Yo” está en el trono, cometemos muchos pecados. Somos orgullosos, somos egoístas. Somos desobedientes. Peleamos y nos enojamos. No nos gusta perdonar a otros. Estos pecados lastiman el corazón del Señor Jesús. Dios desea que tengamos victoria sobre el “Yo”.

¿Cuál es el secreto de la victoria sobre el “Yo”? El secreto es tener a Cristo como el Rey de nuestra vida. Debemos quitar al “Yo” del trono y poner a Cristo.

El Señor Jesús realmente tiene el derecho de ser el Rey de nuestra vida. ¿Por qué? Porque le pertenecemos a Él. La Biblia dice:

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo…y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio”

(1 Corintios 6:19-20).

¿Cuál fue el precio que el Señor Jesús pagó por nosotros? Ese precio fue Su propia sangre. Él dio Su vida para redimirnos.

Ahora ¿a quién le pertenecemos? Le pertenecemos a Cristo. Él tiene el derecho de ser Rey de nuestro corazón. Pero aun cuando Cristo tiene el derecho de ser nuestro Rey, Él desea que le digamos que deseamos que Él sea el Rey en nuestra vida.

Cuando Cristo esté en el trono de nuestro corazón, tendremos Su amor, Su gozo y Su paz. No cometeremos los pecados del “Yo”.

Usted debe escoger entre el “Yo” y Cristo. Debe decidir quién va a estar en el trono de su corazón. Si escoge a Cristo como el Rey de su vida, entonces debe obedecerlo.

¿Desea que Cristo sea Rey de su vida? ¿Por qué no se detiene ahora mismo para decirle a Él que de verdad lo quiere como su Rey? Aquí hay una oración que usted puede repetir:

“Señor Jesús, Te doy las gracias por amarme tanto y por morir por mí. Ahora soy Tuyo y quiero que Tú estés en el trono de mi corazón y que seas el Rey de mi vida. Quiero obedecerte y hacer Tu voluntad”.

Recuerde, si Cristo es su Rey, debe vivir para agradarle a Él y no al “Yo”.





El enemigo más poderoso del cristiano es el diablo. También se le llama Satanás. La Biblia dice:

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar”

(1 Pedro 5:8).

Cuando usted recibió a Cristo como su Salvador, tomó un paso que no le gustó a Satanás. Usted lo dejó a él y se unió a los que confían en el Señor Jesús. Satanás sabe que no puede impedir que usted llegue al cielo, pero hará todo lo posible para tentarlo y hacerlo pecar.

¿Cómo nos tienta Satanás? Nos tienta poniendo malos pensamientos en nuestras mentes. Lo puede hacer él mismo, o puede usar cosas como películas, la televisión o revistas y libros sucios.

Satanás le tentará con la inmoralidad y con los pecados sexuales. Quizás le tentará con drogas o alcohol. Sabe que estas cosas destruirán su cuerpo y su mente.

Satanás tiene otros métodos para atacarlo. Cuando usted peque, Satanás intentará hacerlo pensar que Dios está enojado con usted y que no le perdonará. Satanás intentará hacerlo dudar de su salvación. Satanás intentará desanimarlo y hacerlo sentirse temeroso. ¡Satanás es un enemigo terrible!

¿Podemos derrotar a Satanás con nuestras propias fuerzas? No, no podemos. Él es demasiado poderoso para nosotros. Pero hay buenas noticias, ¡Cristo ya ha derrotado a Satanás!

Cuando Cristo murió en la cruz, Satanás pensó que había ganado una gran victoria. Pero Cristo no quedó en la tumba—¡Él resucitó de la muerte! El Señor Jesucristo fue victorioso sobre Satanás y todos los poderes de la oscuridad.

Puesto que Cristo es nuestro Salvador y nosotros le pertenecemos a Él, compartimos Su victoria sobre Satanás. La victoria de Cristo es nuestra victoria. El Señor Jesús nos ha librado del poder de Satanás.

No hay por qué tenerle miedo a Satanás. ¿Por qué? Porque Cristo vive en nosotros, y es más poderoso que Satanás. La Biblia dice:

“Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo”
(1 Juan 4:4).

¿Qué significa este versículo? Significa que Cristo es más poderoso que Satanás. Cristo vive en nosotros para darnos victoria sobre las tentaciones de Satanás.

El secreto de la victoria sobre las tentaciones de Satanás es saber que Cristo vive en nosotros y confiar en Él para darnos la victoria.

Una niña había aprendido este secreto y dijo:

Cuando Satanás toca a la puerta de mi corazón para tentarme a hacer cosas malas, yo sólo digo: ‘Señor Jesús, por favor abre la puerta’. Cuando Satanás ve al Señor Jesús, se agacha y dice: ‘Me equivoqué de casa’, e inmediatamente se va”.

¿Cuál fue el secreto de esta niña? Fue esto: ella reconoció que Cristo estaba viviendo en su corazón y confió en Él para darle la victoria sobre las tentaciones de Satanás. Debemos hacer lo mismo.

Satanás quizás nos tiente, pero no puede obligarnos a pecar. Podemos decir: “¡No!” a Satanás. La Biblia dice:

“Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7).

¿Qué sucede si pecamos? ¿Qué sucede cuando pecamos? ¿Tiene un plan Dios para Sus hijos cuando pecan? Sí, y se encuentra en 1 Juan 1:9:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

¿Qué dice este versículo? Que si confesamos nuestros pecados a Dios, Él nos perdona y nos limpia.

¿Qué debemos hacer cuándo pecamos? Primero debemos confesar ese pecado a Dios, y luego debemos creer que Dios nos perdona.

Confesar un pecado significa que reconocemos eso mismo—que es pecado. No debemos intentar justificarlo con pretextos. Si mentimos, necesitamos confesarle a Dios que hemos mentido. Si nos enojamos, debemos confesar esto a Dios. También debemos arreglar las cosas con los demás. Después de hacer esto, debemos creer que Dios nos ha perdonado.

Dios quiere que tengamos la victoria en nuestras vidas. Entre más aprendemos a confiar en el Señor Jesucristo y a obedecerlo, más podremos decir: “¡No!” al mundo, la carne y el diablo. Dios nos da la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo. La Biblia dice:

Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57).

Cristo ganó la victoria sobre Satanás. Puesto que Cristo vive en mí,

yo puedo tener victoriaen mi vida. 


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Cómo ganar almas para Cristo


Después de ser salvos, Dios desea que ganemos a otros para Cristo. La Biblia dice:“El que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).



¿Le gustaría saber cómo ganar almas para Cristo? Aquí hay cinco pasos para ayudarle. Empiece desde abajo y lea hacia arriba. Queremos explicarle los pasos, para que usted se los pueda explicar a otros.





“Por cuánto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Este versículo nos dice que todos hemos pecado. Antes de que un individuo pueda ser salvo, debe reconocer que es pecador.

La Biblia dice que la paga del pecado es muerte. Esto significa estar separados de Dios para siempre en el infierno. ¡Qué terrible! Como somos pecadores y estamos condenados a muerte, necesitamos un Salvador.





“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Esto significa que Dios nos ama y que dio a Su Hijo para ser nuestro Salvador. ¡Qué gozo!




“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).


Este versículo nos dice que Cristo murió por nuestros pecados. Pagó la pena de nuestros pecados con Su muerte en la cruz. Pero Cristo no permaneció muerto. Resucitó de la tumba. ¡Es un Salvador vivo!






“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

Para llegar a ser hijo de Dios uno debe acercarse como pecador y recibir a Jesús como su Salvador. Si le gustaría recibir a Cristo como su Salvador, aquí hay una oración con la que puede recibir a Cristo:
“Señor Jesús, sé que he pecado, y me arrepiento de verdad. Gracias por amarme tanto y por morir en la cruz por mis pecados. Por favor entra a mi corazón y límpiame de mis pecados. Te recibo como mi Salvador ahora mismo”.




“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).

Cuando usted cree que Jesú murió por sus pecados, y lo recibe como su Salvador, es salvo y tiene vida eterna. ¿Cómo sabe que tiene vida eterna? Lo sabe porque Dios lo dice en Su Palabra: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).

¡Dios lo dijo!

¡Yo lo creo!

¡Estoy seguro!


¡Tú eres bienvenido!

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3 comentarios:

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